Delegados, amigos y rivales

José María Calzón, delegado del Espanyol desde 1979, y Juan Ángel Barros Botana, referencia en el cargo del Deportivo desde 1990, velan desde hace décadas para que todo funcione a pedir de boca en ambos conjuntos de la Primera División española. Ellos son dos de los delegados más veteranos de nuestro fútbol, y el pasado fin de semana se vieron las caras en Riazor en un encuentro que acabaría con un sabor amargo en el paladar de los herculinos pero que indudablemente sirvió para unir a dos profesionales con centenares de anécdotas y recuerdos a sus espaldas.

Más allá del resultado final, favorable a los periquitos, lo cierto es que la relación de afecto y admiración entre ambos está muy por encima de cualquier marcador, como quedó de manifiesto en las palabras que intercambiaron en los micrófonos de los compañeros de Gol.
Para Barritos, José María Calzón "es un espejo para mí donde me tenía que mirar desde que llegué, creo que traté de hacerlo y he aprendido cosas buenas, todas de él"; mientras que para el delegado del Espanyol su colega en el Dépor es "un ejemplo en el que mirarse por los demás, como Carlos Naval [Barcelona]".
La buena sintonía entre ellos es el espejo del fútbol que todos apreciamos.