Vida extra

El Deportivo se jugaba la credibilidad, los puntos y el cargo de Pepe Mel en el banquillo coruñés ante un Getafe reforzado por sus últimas actuaciones en Liga. Las dudas flotaban en el ambiente del Estadio ABANCA-RIAZOR, porque el equipo ni sumaba de tres en tres ni carburaba, lo que colocaba al cuerpo técnico en el disparadero en la previa de la séptima jornada liguera. Y Andone in extremis salvó los muebles. 

El choque arrancó manso, sin que el Getafe estuviese dispuesto a cometer riesgos, como se antojaba lógico, y con un Deportivo con problemas para trenzar acciones combinativas en la medular. Tan solo los balones en largo de Schär buscando a Lucas Pérez rompieron con la monotonía en un inicio trabado por parte de los dos conjuntos. En los primeros veinte minutos de juego, pesó más la falta de ideas que la ansiedad, pues al equipo de Pepe Mel se le observan las mismas carencias que en jornadas anteriores y cuesta vislumbrar el camino del cambio. La actitud no parece cuestionable, sí la capacidad de los futbolistas para elevar sus prestaciones como colectivo. 
Las dudas del cuadro herculino no tardaron en aparecer: ante un rival excesivamente tímido, la defensa del Deportivo volvió a poner de manifiesto su falta de confianza en acciones en las que los zagueros se encontraron demasiado expuestos y tampoco se mostraron contundentes. El Getafe generó peligro a la contra, en las pocas ocasiones en las que se mostró vertical, y sobre todo fió su ataque a las acciones de estrategia, donde el cuadro coruñés sufre sobremanera.
Sin embargo, las mejores oportunidades cayeron del bando coruñés: Guaita se vio obligado a intervenir con acierto tras un remate de Valverde en el corazón del área azulona. Minutos después, Lucas Pérez y Juanfran disfrutarían de dos remates a escasos metros de la portería defendida por el meta de Torrente que de nuevo se encontraron con la oposición del exvalencianista cuando la grada ya cantaba el primer gol.
El segundo tiempo destapó todavía más las costuras del equipo, incapaz de sentirse seguro con la pelota y encajando a las primeras de cambio en una acción paradigmática de lo que es a día de hoy este equipo: Çolak pierde el esférico en la salida de balón, Amath recibe el esférico cuando Juanfran ya se incorporaba al ataque, Schär no logra detener al futbolista propiedad del Atlético de Madrid y el disparo mordido del atacante bate a Pantilimon, cuya nula estirada sembró el desconcierto entre sus compañeros y la grada. 
Abocados a tirar de corazón en una situación límite, el Deportivo se encontró con el primer gol de Lucas Pérez en la presente temporada. Iniciada en un parada de Pantilimon a un remate franco de Amath, Cartabia se junto Lucas, este con Juanfran y el centro del lateral acabó en los pies del '7' herculino, que embocó la pelota en la meta visitante. Ya con Andone en el verde, Cartabia dispondría de una nueva oportunidad para batir a Guaita pero el arquero del Getafe mostró de nuevo su valía.
El partido se rompió en una recta final en la que el gol pudo llegar para los dos conjuntos. En una acción ofensiva inconexa la pelota acabó en el área pequeña azulona y Andone, a regañadientes, acabó introduciendo la pelota en la meta del Getafe. Una vida extra in extremis fruto del capricho del fútbol y del amor propio del equipo. 

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