Esfuerzo sin premio

Sumar y crecer a partir de lo edificado en Gran Canaria, ese era el objetivo del Deportivo en la visita del Atlético de Madrid a la ciudad coruñesa. En el tercer partido de Cristóbal Parralo al frente del banquillo coruñés, el equipo quería probarse a mí mismo y demostrar que los brotes verdes vistos contra el conjunto canario no eran flor de un día. Y creció, pero no sumó: un tanto in extremis de Thomas con la complacencia de Pantilimon echó por tierra todo el esfuerzo colectivo. 

El Deportivo arrancó el encuentro intenso y ordenado para alegría de una afición que ansiaba sentir cómo sus jugadores transmitían energía sobre el terreno de juego. Ni rastro del equipo tibio de antaño, sino todo lo contrario: con limitaciones evidentes para dañar la estructura defensiva del Atlético de Madrid, pues solo Fede Cartabia lograba superar a Lucas en el costado derecho, lo cierto es que los blanquiazules se sintieron más cómodos que los rojiblancos durante la primera media hora de juego.
Bakkali, disperso en la definición, lo intentó desde la banda izquierda, asociándose con Luisinho y castigando la espalda de Juanfran, pero no estuvo fino en la toma de decisiones. Al belga le cuesta elegir, en ocasiones se precipita buscando el disparo y en otros momentos no termina de ponerle la pausa necesaria a su fútbol para contar con el acompañamiento de los centrocampistas. En cualquier caso, Guilherme, Borges y Valverde dominaron al la línea de medios madrileña, que a pesar de contar con cuatro futbolistas de contención (Saúl, Gabi, Augusto y Thomas) no estuvo bien protegida.
El Deportivo se desgastó y ejecutó de manera notable el plan de Cristóbal, agradando a la afición presente en Riazor.
El 4-3-3 aisla a Lucas Pérez, pero permite al Deportivo funcionar como un bloque, un comienzo para un equipo que no daba sensaciones de serlo hace un par de semanas. Con las espadas en alto se llegaría al tiempo de descanso, al que precedió una ovación cerrada de la hinchada, satisfecha con la entrada e implicación deportivista.
La segunda mitad se inició con las primeras ocasiones del duelo para los colchoneros, la primera en los pies de un errático Griezmann y la segunda en la cabeza de Godín a la salida de un córner. El central uruguayo, siempre peligroso en la estrategia, contó con la oposición de Borges y su remate no encontró portería. Incómodo con el dominio visitante en los primeros lances de los segundos cuarenta y cinco minutos, el Dépor se estiró gracias a un cabezazo de Guilherme a la salida de un córner y equilibró de nuevo el partido haciéndose con el dominio de la pelota. 
El choque no terminaba de romper, razón por la cual los dos entrenadores decidieron mover el banquillo: Gaitán y Gameiro saltaron al césped para darle más presencia ofensiva, y Andone y Mosquera le dieron empaque al Dépor. Bakkali, tocado, y Borges, lesionado, se marcharon a los vestuarios. El equipo pasó del 4-3-3 al 4-4-2, con Valverde escorado al costado izquierdo y los dos delanteros en punta. Las ocasiones seguían brillando por su ausencia. 
En la penúltima jugada del encuentro, tras una pérdida de Navarro cerca del área rival y tras una contra bien hilada por el Atlético, un libre indirecto ejecutado por Thomas encontró la red coruñesa ante la pasividad de Pantilimon, una estatua bajo palos. El guardameta rumano lastró las aspiraciones de un equipo que demostró ir hacia arriba.

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