El Deportivo cayó derrotado ayer domingo en La Rosaleda (3-2) ante un Málaga que, a través de empuje, logró voltear la situación y reconducir la remontada coruñesa (1-2). Los hombres de Cristóbal Parralo completaron una hora de juego a buen nivel, mostrando personalidad y creando peligro en las inmediaciones de la portería defendida por Roberto, pero los desajustes defensivos y los errores individuales acabaron siendo una losa demasiado pesada en el feudo del colista.
Tres nombres propios resaltaron por encima del resto:
– Fabian Schär: el central suizo anotó un tanto, creó peligro con sus constantes incursiones en campo rival y se mostró serio y solvente con la pelota en los pies. Sin ella, formó un buen tándem con Sidnei hasta que el brasileño cayó lesionado. Sus prestaciones defensivas bajaron durante el segundo tiempo, con Albentosa a su costado.
– Fede Cartabia: un incordio para Juankar, lateral izquierdo del Málaga. Fede sigue pidiendo la pelota y haciendo estragos a sus rivales cuando la agarra y busca el desborde. Se encuentra en el mejor momento de su carrera profesional, aunque el equipo en ocasiones no le acompaña. Su estado físico preocupa, pues Cartabia no se encuentra al 100%, y el bajón sin Fede sobre el césped es muy nocivo para los intereses coruñeses. Fue sustituido por Pedro Mosquera en el minuto 62 y el equipo experimentó un bajón importante.
– Celso Borges: participativo en la medular, Borges dio la asistencia del primer gol del Deportivo en la contienda, un precioso centro que Lucas Pérez se encargó de enviar al fondo de la red en el segundo palo con un buen testarazo. El futbolista costarricense, imprescindible tanto para Pepe Mel como para Cristóbal Parralo, trata de incrementar su producción ofensiva con tantos y pases de gol. En Málaga sobresalió más que en otras citas recientes.