El Deportivo afrontaba el duelo contra Las Palmas correspondiente a la vuelta de la eliminatoria de dieciseisavos de final de la Copa del Rey con la necesidad de obtener una goleada para apear de la siguiente ronda a los hombres de Pako Ayestarán (1-4 en la ida). Con los dos conjuntos más preocupados por su discreta trayectoria en Liga, el choque careció de tensión y resultó realmente insípido hasta que el Dépor, sin forzar la maquinaria, logró ponerse con un 0-2 en el marcador. A partir de entonces, todo cambió.
El encuentro se inició con dominio alterno por parte de ambos equipos. El Deportivo trató de gestionar la posesión de la pelota sin encontrar profundidad, y Las Palmas, muy cómodo, fió su ataque al contragolpe. Los locales pudieron adelantarse en el marcador en una acción en la que Pantilimon resultó determinante bajo palos: el rumano rechazó un buen lanzamiento de Calleri ante la pasividad de la defensa coruñesa y también consiguió retener el rechazo.
Los primeros acercamientos blanquiazules llevaron la firma de Emre Çolak. El turco dispuso de la mejor oportunidad para el cuadro dirigido por Cristóbal Parralo al enviar un metro desviado de la meta de Chichizola un disparo que cogió efecto y se acabó perdiendo por línea de fondo. Gerard Valentín, mejor en campo rival que en el propio, y Carles Gil, cogiendo ritmo de competición, incomodaron a la zaga insular por el sector derecho del ataque coruñés.
El ex del Galatasaray sería protagonista antes de llegar al descanso, anotando el 0-1 al colocar pegado al poste un buen lanzamiento efectuado con su pierna izquierda. Çolak recibió en la frontal del área sin excesiva oposición, orientó su cuerpo y mandó la pelota al fondo de la red. El gol no fue una consecuencia del -escaso- fútbol desplegado del Deportivo, sino una acción completamente aislada.
Tras el paso por los vestuarios, la dinámica continuó siendo la misma: ritmo bajo, poco movimiento, falta de precisión en los desplazamientos... Pero los coruñeses le dieron otro hachazo al partido en una acción de estrategia. Lucas Pérez ejecutó con precisión una falta lateral que encontró a Borja Valle en el corazón del área y el berciano cabeceó la pelota con sencillez para batir a Chichizola.
A dos goles de lograr la remontada y sin poner especial hincapié en conseguirla, llegó el error del Dépor y Las Palmas aprovechó las facilidades para recortar diferencias en el electrónico. Una acción individual de Toledo ante Gerard Valentín finalizó con un disparo del argentino que tocó en el lateral catalán. Pantilimon, incapaz de reaccionar a tiempo, no pudo frena la trayectoria del esférico, que terminó por rebasar la línea de gol prácticamente sin velocidad.
El 1-2 aplacó el escaso interés deportivista. Aunque para disfrute de los valientes aficionados que siguieron el encuentro por la televisión todo cambió cuando Borja Valle batió a Chichizola desde 35 metros con un disparo por el medio de la portería.
A la desesperada y a un solo gol de forzar la prórroga, el Deportivo se lo creyó y Lucas Pérez dispuso de una oportunidad de oro para mandar el choque al tiempo extra, pero su disparo se topó con la cabeza de David Simón sobre la línea de gol.
En los últimos compases de la noche, solo hubo tiempo para que Rémy batiese a Pantilimon, en el enésimos error del rumano bajo palos al vencerse tarde. El Deportivo se quedó con la miel en los labios.
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