Como en cada duelo entre el Sevilla FC y el Deportivo de La Coruña en los últimos años, el buen ambiente reinó antes, durante y después del partido en los aledaños y las gradas del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán de la capital hispalense. Unos 500 aficionados deportivistas se trasladaron hasta Sevilla para apoyar a su equipo y disfrutar de una espléndida tarde de fútbol.
Aunque estos aficionados se vuelven a casa con el amargo regusto de una contundente derrota (2-0), en su memoria quedará otra gran tarde en las gradas del estadio sevillista, con una hinchada, la del equipo de Nervión, a la que están hermanados y con la que han disfrutado de una agradable previa compartiendo opiniones en los aledaños del estadio hispalense.
Otra gran tarde de deporte y amistad la que han compartido ambas aficiones, con un respeto entre sus componentes que debería ser ejemplo en el resto del fútbol español.