El Deportivo afronta un nuevo reto en el año 2018 con el objetivo de conseguir la permanencia en Primera y crecer de una vez por todas en la parcela deportiva, la gran carencia de la entidad coruñesa. Para dar el ansiado salto de calidad, Lucas Pérez regresó desde Londres y se contrató a futbolistas estimulantes como Fabian Schär, Fede Valverde o Adrián López. Sin embargo, los resultados no han sido los esperados, la continuidad en el banquillo deportivista continúa siendo una quimera y la afición se muestra cada vez más desencantada.
Mantener la categoría se ha convertido de nuevo en una necesidad imperiosa para el Deportivo. Desde el vestuario y también desde los despachos se aseguraba a principio de temporada que la actual plantilla se había diseñado para no pasar apuros, pero los resultados no invitan a confiar en que el equipo pueda alcanzar la zona tranquila de la clasificación. ¿Sufrir? Ya es lo de menos.
La salvación del Deportivo en Villarreal (Foto: LaLiga Santander).
El Deportivo es un equipo construido desde la grada hacia el campo. El calor de Riazor siempre ha sido el motor que enciende a los futbolistas y da sentido a la entidad blanquiazul. En los últimos tiempos, la frustración se ha apoderado de la hinchada herculina, y con razón. El equipo carece de líderes que conecten con los aficionados que sienten y padecen los malos resultados de la plantilla. Toca corregirlo.
La afición del Deportivo en Riazor (Foto: Óscar Cajide).
Parece un deseo menor, pero no lo es. El Deportivo ha visto pasar a numerosos porteros en los últimos tiempos, después de la salida de Germán Lux. Tyton no ha dado la talla, Roef se marchó de A Coruña sin dejar huella, Pantilimon no convence y Rubén Martínez ha dejado luces -ante Levante o Barcelona- y sombras –frente al Real Madrid o el Sevilla-. Encontrar a un guardameta que proporcione estabilidad a la defensa es primordial y clave para acabar con las dudas en la retaguardia.
Guardametas del Deportivo (Foto: RCD).
La afición del Deportivo necesita recuperar la senda de la victoria en el derbi gallego. El equipo coruñés ha perdido fuelle en los últimos enfrentamientos ante el Celta y ya es hora de ponerle remedio. En la segunda parte de la competición, los herculinos visitarán Balaídos. Un triunfo allí aliviaría el calvario por el que ha pasado la hinchada deportivista.
Mosaico en O Noso Derbi (Foto: Óscar Cajide).
El Deportivo necesita una plantilla corta y con la suficiente calidad para asentarse en la zona tranquila de la clasificación. ¿Se ha sobrevalorado el nivel de los jugadores que la componen en la actualidad? Probablemente sí. Urge ponerle remedio en el mercado de fichajes de invierno, aunque las posibilidades económicas para hacerlo no sean las mejores. Confiar en la cantera requiere liberar fichas; si no, el salto desde el Fabril es imposible.
Jugadores del Deportivo (Foto: Óscar Cajide).
Los entrenadores van y vienen sin que ninguno consiga asentarse en el banquillo deportivista. En los últimos 365 días, Gaizka Garitano salió del club tras un desastroso inicio del año 2017, Pepe Mel consiguió la salvación pero no logró resultados a medios plazo ni tampoco inculcar un estilo reconocible, y Cristóbal Parralo tiene la difícil papeleta de transformar las sensaciones en victorias.
Cristóbal Parralo, técnico del Deportivo (Foto: Óscar Cajide).
¿Qué es el Deportivo y qué quiere llegar a ser? Parece una pregunta sencilla pero resulta complicado resolverla. El cuadro coruñés se ha atascado queriendo diferenciarse del vagón de cola de la Liga en su apuesta por un fútbol combinativo que nunca ha dado la sensación de ser lo suficientemente sólido como para dar el salto a donde se sitúan las expectativas. Urge encontrar respuestas.
Richard Barral, director deportivo del Dépor (Foto: Óscar Cajide).
Riazor tiene que convertirse en un feudo inexpugnable si el Deportivo quiere crecer como equipo en Primera y aspirar a cotas superiores que asegurar la permanencia en las últimas jornadas de cada temporada. Los aficionados blanquiazules ven ganar a su equipo en uno de cada cuatro partidos que juega como local, una cifra ridícula atendiendo a los objetivos marcados.
Celebración de jugadores del Deportivo (Foto: Óscar Cajide).
Poco se le puede achacar al Deportivo en la parcela económica, pero sí se le puede exigir no dormirse en los laureles e intentar maximizar los recursos con los que cuenta. Explorar nuevas vías de explotación para no quedarse atrás en comparación con el bloque delantero de clubes de Primera es una necesidad real si lo que se quiere es competir en la captación de nuevos futbolistas.
Tino Fernández, presidente del Deportivo (Foto: Óscar Cajide).
2017 ha sido un año maravilloso para el Fabril, capaz de lograr el ansiado ascenso a Segunda División 'B' y de refrendarlo con una primera vuelta de competición impecable en la categoría de bronce. El trabajo de Cristóbal Parralo con el segundo equipo ha sido sobresaliente y Gustavo Munúa parece haber dado con la tecla para continuar la senda marca por su antecesor en el cargo. ¿El ascenso a Segunda? Nada suena utópico ahora mismo.
Los jugadores del Fabril, en un desplazamiento (Foto: Luis Fernández).
Los últimos 365 días del Fabril exigen que en la temporada 20181-19 el Deportivo de un paso al frente y empiece a mirar a la cantera de una vez por todas. Los Edu Expósito, Aldo One, Óscar Pinchi e Ismael Díaz, entre otros, tienen que tener el camino despejado para demostrar sus aptitudes en el primer equipo. Han demostrado sobradamente que tienen calidad para hacerlo. Solo necesitan confianza.
Óscar Pinchi, jugador del Fabril (Foto: RCD).
Manu Sánchez y sus ayudantes han construido un equipo con mimbres suficiente para finalizar la temporada por delante del Oviedo y de este modo disputar la fase de ascenso a la Liga Iberdrola. Y por el momento la tabla clasificatoria así lo demuestra. Las jugadoras del cuadro coruñés están mentalizadas y convencidas de que, en el segundo año de vida del equipo femenino, se alcanzará el objetivo marcado. ¡Esperemos que 2018 se porte bien!
Jugadoras del Deportivo Femenino (Foto: RCD).