Andone rescata al Deportivo
Condicionado por la inesperada ausencia de Lucas Pérez, lesionado en la espalda, y agobiado por los innumerables problemas futbolísticos que ha padecido el cuadro coruñés en el primer tamo de la temporada, el equipo de Cristóbal Parralo afrontaba la visita al Villarreal con la intención de iniciar con buen pie el 2018. Y así fue gracias a un tanto de Florin Andone en las postrimerías del partido.
El míster del Deportivo ubicó a Pedro Mosquera como pareja de Celso Borges en la medular, por delante de Guilherme dos Santos. En el 4-1-4-1 deportivista, la consigna parecía clara: cortocircuitar las combinaciones interiores de los locales para salir rápido a la contra buscando al espacio a Florin Andone.
Los dos equipos iniciaron el partido con cierta parsimonia, sin arriesgar demasiado en ataque y con dificultades para enhebrar buenas jugadas por dentro. Transcurridos los primeros diez minutos, el Deportivo comenzó a estirarse con criterio y en el 15' disfrutaría de una ocasión clarísima en los pies de Raúl Albentosa. Carles Gil y Adrián López tiraron una pared en el costa izquierdo del área y el central de Alcira, libre de marca, no consiguió transformar en gol el pase de la muerte.
Con el paso de los minutos el Villarreal comenzó a sentirse protagonistas, y a las primeras de cambio logró adelantarse en el marcador. En un desajuste defensivo de Guilherme que también retrata a la defensa, Bacca arrastró a Albentosa, encontró a Fornals libre de marca, el medio local le devolvió la pelota al espacio y acto seguido el colombiano le colocó un pase de la muerta decisivo a Unal. A placer, el turco batió a Rubén.
Un nuevo desajuste defensivo castigó al Deportivo
El Deportivo se marchó a los vestuarios pensando en las oportunidades falladas por Albentosa y Andone y también en las facilidades defensivas que permite a todos sus rivales. Con poco, los hombres de Javier Calleja llegaron al entretiempo con ventaja en el marcador.
La segunda parte arrancó con el Villarreal disfrutando de sus mejores minutos sobre el césped de La Cerámica. Los locales generaron un par de situaciones de peligro y el Deportivo se achicó en exceso, quizá condicionado por el golpe anímico que supuso encajar en el primer tiempo.
Para despertar del letargo, Cristóbal dio entrada a Çolak y cambió el sistema: mantuvo el trivote, ubicó al mediapunta turco en su posición natural y centró la plaza de Adrián, como acompañante de Andone.
La presencia deportivista en ataque se afianzó y Adrián puso de nuevo a prueba al siempre fiable Sergio Asenjo. Al Deportivo no le faltaron oportunidades, sí punterías para concretarlas. Resulta difícil de explicar cómo el equipo tiene dos caras tan radicalmente distintas: es capaz de incordiar a cualquier rival cuando se decide a ir a por el partido, aunque esta vez se haya resistido el gol, pero se desintegra en su propio campo a las primeras d cambio.
Cuando todo parecía perdido, en una de las últimas balas blanquiazul del choque, Sidnei se fue arriba en conducción, colocó un balón templado al segundo palo y Florin Andone remató al fondo de la red con un gran cabezazo. Merecidamente, el fútbol aprieta pero no ahoga.
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