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Otra denuncia contra el Frente Atlético por amenazas

ElDesmarque - EFE

La denuncia contra dos ultras del Frente Atlético por unas supuestas amenazas a un joven no guarda ninguna relación con la causa que investiga la muerte del seguidor del Deportivo de La Coruña "Jimmy", pues ni el denunciante es testigo del caso ni forma parte del Frente. Se trata de M.N.L, quien que hace siete años dijo haber pertenecido al Frente.

 
Diversos medios de comunicación se hicieron eco el pasado martes de la detención de dos ultras implicados en el caso Jimmy que supuestamente amenazaron de muerte a un testigo clave del caso, adelantada por Abc. En realidad, el denunciante no ha formado parte de este procedimiento ni ha participado en ninguna diligencia.
Los hechos objeto de la denuncia ocurrieron el pasado 20 de enero cuando, presuntamente, dos ultras del Frente Atlético, Sergio S.M.y Ramiro G.M., investigados en el caso Jimmy y que estaban de copas con varios amigos en Tres Cantos, amenazaron por teléfono al joven. Al día siguiente, el joven presentó una denuncia en la Comandancia de la Guardia Civil de esta localidad madrileña.
En su declaración policial, a la que ha tenido acceso Efe, el denunciante explicó que a las 21.45 horas recibió una primera llamada en la que Sergio, alias 'Bufalín' se puso al teléfono si bien precisó que no se le entendía debido a su estado de embriaguez.
Posteriormente, se puso otra persona, que el denunciante desconoce quién es, y le dijo "cuál es tu localización, tenemos asuntos que tratar, dime dónde estás que voy y te rajo las tripas". A partir de este momento, y durante una hora, se sucedieron varias llamadas, algunas desde móviles desconocidos para el denunciante y otras desde el teléfono de Sergio, en un tono similar a la primera. Preguntado sobre si este último le amenazó de muerte en alguna de esas conversaciones, el denunciante manifestó que "no con palabras concretas, pero que su tono era amenazante".
Ese mismo día 25 en que se produjo la declaración del denunciante, la Guardia Civil detuvo a los dos ultras y les tomó declaración antes de pasarlos a disposición judicial al día siguiente. Desde que interpuso la denuncia hasta el arresto de estas dos personas, la Guardia Civil desplegó "una vigilancia esporádica" en torno al joven.
Ya en el juzgado, Sergio explicó que aquella noche llamó a Miguel hasta cuatro veces pero que solo contactó una vez y hablaron unos cinco minutos "de cosas normales" y le preguntó "si estaba por la zona porque hacía más de año y medio que no se veían" con la intención de acercar posturas tras unas rencillas que se habían producido últimamente entre amigos del grupo.
Según su acta de declaración, "en ningún momento le amenazó durante la llamada ni de ir a buscarle o rajarle las tripas" y añadió que "nunca ha tenido un problema con Miguel" y que "no dijo nada para que se sintiera amenazado".
El otro detenido, Ramiro, manifestó que no conocía a Miguel y que nunca le había visto, pero que le llamó porque estaba muy ebrio aunque él no marcó el número en su teléfono, sino que fue otra persona que no recuerda. Sí recordó haber dicho algo que "le iba a rajar" pero que fue todo de palabra porque no le conoce "fruto del calentón de las copas que tomó".
Tras tomarles declaración, la magistrada del Juzgado de Primera Instancia dictó un auto en el que se inhibe en los juzgados de Plaza de Castilla de Madrid al explicar que el presunto amenazado estaba en Madrid y no en Tres Cantos, donde estaban los detenidos, cuando sucedieron los hechos.

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