La guardia pretoriana de Seedorf, sobre el césped

Ocho son los jugadores del Deportivo que se han convertido en indispensables para Clarence Seedorf con el paso de las semanas: los delanteros Florin Andone, Lucas Pérez y Adrián López; el centrocampista ghanés Sulley Muntari; los defensas Eneko Bóveda (lesionado), Sidnei Rechel, Raúl Albentosa; y el portero Rubén Martínez.

En la delantera: el tridente de atacantes blanquiazul se mantiene fijo con el paso de las jornadas. Seedorf apuesta por un rombo en el medular, con Adrián López como enganche, y fía la –escasa– pólvora del cuadro coruñés en los últimos metros a la dupla que forman Lucas Pérez y Florin Andone. No hay síntomas que permitan esperar cambios en este sentido.
En el centro del campo: la línea de medios es la que más entradas y salidas ha sufrido desde que Seedorf se hizo cargo del equipo. El míster neerlandés comenzó apostando por Valverde (lesionado) y Krohn-Dehli, y ha acabado decantándose por Muntari, fichado a petición del cuerpo técnico. Borges, Mosquera, Guilherme y Çolak han tenido una participación más secundaria, entrando y saliendo del once.
En la defensa: en cuanto Seedorf consideró que Sidnei se encontraba apto para jugar, su apuesta clara ha sido en favor del dúo formado por el brasileño y Raúl Albentosa. La lesión muscular de Eneko Bóveda y la desconfianza en Schär abren la puerta a que la pareja de centrales se mantenga en el tiempo.
En la portería: aunque el técnico blanquiazul le brindó la oportunidad a Koval de mostrar sus aptitudes frente al Éibar –y a la postre el ucraniano decepcionó–, el mensaje del entrenador es claro: "Rubén es mi portero". El arquero de Coristanco se mantendrá bajo palos hasta el final de la campaña, salvo sorpresa.