Quique alivia el sufrimiento
Un solitario tanto de Quique González le dio la victoria al Deportivo en un partido discreto del cuadro coruñés en Almendralejo. El don de la oportunidad del punta blanquiazul desatascó a un conjunto sin ideas, incómodo con el balón en los pies y nervioso en defensa. En positivo, de la visita a Extremadura Natxo González rescatará el resultado, porque las sensaciones y el fútbol practicado no acompañaron ni siquiera con el marcador a favor. El Dépor viajaba al Francisco de la Hera de Almendralejo con la intención de sumar su primera victoria de la temporada. Para ello, el míster confió de inicio en el recién llegado Vicente Gómez en la medular, con Borja Valle como acompañante de Quique González, y Pedro Mosquera ejerciendo de timón por delante de la línea de cuatro defensas. Las tres caras nuevas reemplazaron a Edu Expósito, Fede Cartabia (lesionado) y Michael Krohn-Dehli (sancionado) respectivamente.
La mezcla no funcionó. Las modificaciones en el once no dotaron de fluidez a un equipo incómodo con la pelota en los pies. Durante los primeros 45 minutos el conjunto herculino no consiguió trasladar el esférico con velocidad, careció de juego entre líneas, mantuvo aislados a Borja Valle y Quique González y cometió errores individuales que dieron alas a un Extremadura convencido de sus posibilidades ante uno de los candidatos al ascenso.
Solo con orden y el esfuerzo de Enric Gallego para incomodar a Bóveda y Duarte, el equipo extremeño disfrutó de las mejores oportunidades en la recta final del primer periodo. Un disparo del delantero catalán bien desviado por Dani Giménez, un libre directo ejecutado por Kike Márquez desde el sector izquierdo de la frontal y un par de saques de esquina botados al corazón del área blanquiazul sembraron incertidumbre en el grueso de jugadores del Dépor.
Al descanso se llegó con sensaciones negativas: nervios, nula profundidad por las bandas y una falta de creatividad alarmante. Tan solo la conexión entre Carles Gil y Diego Caballo le dio algo, poco, a un equipo espeso en exceso.
La segunda mitad se inició de la mejor manera posible: tan solo habían transcurrido cuatro minutos de juego cuando, en una jugada inconexa con Borja Valle como protagonista, el balón acabó cruzando su camino con Quique González y el delantero vallisoletano no lo desaprovechó. El delantero del Dépor, firmado a golpe de talonario, recogió el esférico con la pierna izquierda y lo envió al fondo de la red de la meta defendida por Manu García.
No lo merecía el Deportivo, ahogado en la construcción, pero el grupo cuenta con determinación en ataque para resolver papeletas complicadas. Como la de reemplazar a Domingos Duarte, lesionado en un lance fortuito en el que chocó con Enric Gallego. Pablo Marí, llamado a ser protagonista esta campaña en las filas deportivistas, sustituyó al central portugués en una permuta que envió a Eneko Bóveda al perfil derecho del eje de la zaga.
El Extremadura de Sabas necesitaba una reacción desde el banquillo y la trató de buscar dándole entrada a Borja Granero, titular en el arranque de LaLiga 1|2|3 en Oviedo, y Diego Capel, el fichaje más llamativo de cuantos ha efectuado este verano el cuadro de Almendralejo.
Cuando los locales amenazaban con resolverse, Carles Gil y Borja Valle a punto estuvieron de darle la puntilla al recién ascendido a Segunda. El enganche del Dépor no consiguió rematar entre los tres palos un centro tocado de Diego Caballo desde el perfil izquierdo y Borja malograría una ocasión clarísima para anotar el 0-2. El punta berciano recibió un pase de Carles al espacio, dribló a Manu García y su remate, escorado pero a puerta vacía, se marchó desviado mientras sus compañeros todavía se preguntaban cómo esa pelota no había encontrado portería.
En un final de infarto marcado por las constantes acometidas extremeñas, el Deportivo logró sobrevivir y garantizó la primera victoria de la temporada. Un triunfo sudado y sufrido con Quique como protagonista.