Es Noticia

La pizarra en la defensa del balón parado

Natxo González, durante un partido en Riazor (Foto: Iris Miquel).
Carlos Rosende

Prescindiendo de los saques de esquina, el Deportivo se vio obligado a defender catorce acciones a balón parado frente a Osasuna. Nueve de ellas fueron ejecutadas directamente sobre la portería del Dépor. Y en todas el equipo se organizó de la misma manera: el área pequeña la ocuparon cinco futbolistas en paralelo (Carlos Fernández, Domingos Duarte, Pablo Marí, Saúl García y Quique González), por delante se situaron otros tres jugadores (Pedro Mosquera, David Simón y Vicente Gómez) y en la frontal del área grande se colocaron los dos restantes (Michael Krohn-Dehli y Fede Cartabia).

El reparto de espacios

El Dépor construye un muro por delante de Dani Giménez: Domingos Duarte, Pablo Marí y Saúl García protegen al cancerbero vigués. A sus costados se ubican los dos puntas, Carlos Fernández y Quique González.

En la última línea son los delanteros locales quienes fijan la marca de uno o dos rivales, en función de cómo ataque estas situaciones el oponente; pues lo natural es que sean los tres hombres que se posicionan por delante (Pedro Mosquera, David Simón y Vicente Gómez contra Osasuna) los que estrechen la vigilancia de los contrarios. Esto permite que los centrales del Dépor y el lateral izquierdo vean llegar la pelota al área en todo momento y estén siempre en disposición de atacarla frontalmente.

Los dos futbolistas de menos talla, Krohn-Dehli y Fede Cartabia, se colocan en las zonas más alejadas de la meta y controlan la posibilidad de recoger una pelota muerta en una parcela, la frontal del área, en la que Osasuna ubicó siempre a un par de jugadores.

Con esta disposición, el Dépor se siente cómodo y el reparto de espacios y de responsabilidades está bien definido. Los hombres de Natxo no están pendientes de lo que sucede a sus espaldas, porque detrás de cada uno hay siempre otro compañero hasta llegar en último caso a Dani Giménez, lo que simplifica bastante la ecuación para el futbolista. La fortaleza mostrada hasta ahora ha alimentado la confianza de un grupo que defiende a capa y espada esta forma de defender tan particular.

Vicente Gomez, en un lance del partido contra Osasuna en Riazor (Foto: Iris Miquel).

Nueve envíos repelidos

Rubén García, desde la derecha, y Roberto Torres, desde la izquierda, se repartieron los lanzamientos del equipo 'rojillo'. A la hora de ejecutar estas acciones ambos buscaron con regularidad el centro tenso con dirección hacia el punto de penalti.

El primer envío, flojo, lo repelió Krohn-Dehli en el primer palo; el segundo lo remató David García desviado; el tercero y el cuarto los despejó Domingos Duarte; el quinto lo sacó sin problemas David Simón; el sexto se marchó directamente fuera; el séptimo lo atrapó sin problemas Dani Giménez; el octavo lo repelió Mosquera; y el noveno finalizó con la gran parada de Dani, brillante bajo palos una jornada más.

De nuevo un balance global muy favorable, y esta vez ante un equipo que cuenta con fantásticos lanzadores.

El Dépor dudó cuando Osasuna sacó en corto

El Dépor minimizó el poderío aéreo navarro empleando su táctica habitual: resguardarse al completo en las inmediaciones de la portería defendida por Dani Giménez. Sin embargo, cuando los futbolistas dirigidos por Jagoba Arrasate decidieron ejecutar los tiros libres en corto, con espacio suficiente para aproximarse al área antes de buscar el centro o el remate a portería, los jugadores del Deportivo dudaron.

Los futbolistas blanquiazules transmitieron no tener del todo claro si lo más adecuado en ese momento era romper la formación, adelantar líneas y taponar al rival o directamente renunciar a achicar espacios, priorizando mantener la estructura defensiva trabajada con esmero por Alejandro Esteve, técnico ayudante de Natxo González y, a su vez, el hombre encargado de la estrategia. Contra Osasuna se decantaron por este último, no sin generar cierto desconcierto en la grada.

En consecuencia y ante la evidente adaptación del adversario a la peculiar forma de defender del Deportivo los envíos a balón parado, lo natural es que el cuadro herculino sea vea obligado a ajustar su comportamiento cuando los contrarios renuncien a jugar directo sobre el área y busquen otro tipo de soluciones más elaboradas. Hasta ahora el diseño y la ejecución del balón parado está siendo sobresaliente, tanto en defensa como en ataque.

Pablo Marí, un bastión en el balón parado defensivo(Foto: Iris Miquel).

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar