Tino Fernández, presidente del Deportivo, ha asegurado este miércoles que "los errores" de la temporada pasada, que le llevaron a Segunda "han sido detectados y subsanados" y se ha defendido en la Asamblea de Accionistas de los ataques de Miguel Otero, aspirante a la presidencia en la anterior Junta.
El dirigente explicó en su discurso que el "primer gran desafío es situar de nuevo al equipo en Primera" y aclaró que el descenso no ha supuesto que el "saneamiento" económico del club corra el "peligro de detenerse".
"Haber podido seguir haciendo mejoras ha sido posible porque los cuatro últimos años en Primera hemos hecho los deberes. Nos ha fallado el corazón, un fallo en el motor de la sociedad que en parte nos ha permitido mejorar", indicó Fernández.
Reconoció que se "produjeron errores en la configuración del equipo", pero advirtió de que estos "han sido detectados y subsanados".
"Hemos aprendido de los errores del pasado y vamos a ser exigentes desde el Consejo de Administración con el personal deportivo. La crisis nos ha hecho aprender y reforzar nuestra estructura para ser más sólidos en el desafío de volver a Primera y ser competitivos", sostuvo.
Concluyó en su discurso a los socios que la "situación es mucho mejor que la que tenía la sociedad hace cinco años", cuando el actual dirigente se hizo cargo del club en sustitución de Augusto César Lendoiro con el equipo también en Segunda División.
"Estamos en el camino de vuelta, con humildad, sin ansiedad, con trabajo", comentó el máximo mandatario deportivista.
La Asamblea comenzó pasadas las siete de la tarde con 95 accionistas en el auditorio de Afundación y el 31,81 por ciento del capital social presente y representado (3,27 millones de euros) y todos los puntos del orden del día se aprobaron casi por unanimidad (más del 99,80%).
Miguel Otero, que mantiene en el Juzgado una demanda de impugnación de la Asamblea de la que salió reelegido Tino Fernández, le acusó, entre otras cosas, de borrar accionistas del listado del club y de obligar a los entrenadores de fútbol base dos contratos, uno de ellos sin retribución que presenta a la Federación para que no haya compensación por despido.
"Decir que borramos accionistas, es que no se puede ser más sinvergüenza. ¿Cree que nos dedicamos a borrar accionistas? Es un mentiroso enfermo. ¿Cómo puede decir eso? Está mal de la cabeza. Es enormemente grave la acusación", le respondió el presidente.
Sobre los contratos, sin desmentirlo, Fernández dijo que "no se obliga a nadie estar en el Deportivo" y aseguró que no tiene "ningún pleito por ese motivo".
En su alocución, el dirigente, que se saltó el orden del día para anticipar su turno de réplica a Otero, también aseguró que no es el máximo accionista, como había indicado el accionista en la anterior Junta, sino el segundo, con 610 títulos a nivel personal, y agregó: "¿Cree que necesito comprar de tapadillo?".
Otro de los accionistas, Xosé Iglesias, le reprochó que el club no hubiera recurrido el archivo provisional de la causa abierta contra el anterior presidente, Augusto César Lendoiro, por presuntos delitos societarios: "Me siento timado", le dijo al actual dirigente.
"Creo que el Deportivo ha hecho lo que tenía que hacer", alegó el presidente, quien advirtió de que quedaron "demostradas todas las anomalías o irregularidades" de la anterior gestión pero el fiscal y la jueza estimaron que no había delito y por eso la entidad blanquiazul no siguió adelante.
El Deportivo cerró el ejercicio 2017/18 con un superávit de 2,26 millones de euros, pero un patrimonio neto negativo de 75,53 millones de euros (a día de hoy es de -73,9), algo mejor que el del anterior año, que era de 77,12.
Su deuda a largo plazo a fecha 30 de junio de 2018 era de 82.785.484 euros y a corto plazo, de 11.339.694 euros (algo más de 9 millones actualmente), con un débito total de 94,2 millones y un pasivo corriente y no corriente que superaba los 119 millones.
El equipo coruñés cuenta esta temporada con un presupuesto de más de 42 millones de euros para intentar ascender a Primera, de los que 6,72 corresponden a ingresos previstos por traspasos, y estima un beneficio de 5,7 millones de euros a la conclusión del ejercicio 2018/19, lo que supondría un incremento del 138,3 por ciento respecto al anterior.