Natxo González (Vitoria, 1966) prepara al Deportivo para afrontar el esprín final de la temporada con las mayores opciones posibles de rematar el curso regresando a Primera. En la entrevista concedida a ElDesmarque, el míster vasco valora sus últimos ajustes tácticos, las importantes victorias conseguidas en Gijón y Granada, casos puntuales como los de Edu Expósito, Diego Caballo, Vicente Gómez o Didier Moreno y la salida de Carles Gil en el mercado de invierno.
– Transmite inquietud. La plaga de lesiones ha cambiado su estado de ánimo...
Estoy preocupado. Es un momento importante de la temporada para nosotros, ahora ya ha empezado la cuenta atrás. Estamos sufriendo muchas bajas y eso te debilita como equipo. Estos días quizá lo veía algo mejor porque vienes de ganar y eso cura casi todos los males (sonríe), pero somos conscientes de que estamos mermados. Nos inquietan la incertidumbre y el hecho de que haya habido recaídas: los casos de Pedro, Carlos y Fede, y también el no saber cuándo podremos contar con Vicente y Krohn-Dehli. Te generas la ilusión de que vas a poder disponer de un jugador para la próxima jornada y luego no es así. Todas estas situaciones me inquietan.
– ¿La fragilidad física de Fede Cartabia le quita el sueño?
Sí. Con Cartabia pasa una cosa: hoy lo veo bien, pero mañana no sé cómo lo voy a ver. Su caso requiere controlar la carga de trabajo, y te impone un poco de respeto el hecho de que pueda tener un problema cuando hacemos ejercicios de velocidad. Es una situación que nos genera incertidumbre, aunque a él todavía más. Le hemos hecho entender algunas cosas, porque cuando está bien quiere jugarlo todo y participar siempre. A él le costaba asumir que ese no era el camino adecuado. En paralelo, queremos que sepa gestionar su ansiedad. Por su forma de ser, cuando se ve bien, lo quiere todo. Ahora se ha dado cuenta de que debe ir con cuidado y controlar las cargas y sobre todo sus sensaciones. Para nosotros lo fundamental es que sepa comunicar. Si no consigue trasladar a diario cómo se siente, gestionar el estado físico de Fede se convierte en algo muy complicado.
– Dejando a un lado las bajas, ¿se está sobredimensionado la importancia de haber modificado el sistema? La plantilla destaca el cambio de mentalidad del equipo por encima del ajuste táctico.
No sé qué importancia se le da desde fuera, no llego a apreciarlo. Está bien palpar el ambiente alrededor del equipo, pero eso a nosotros nunca nos condiciona a la hora de tomar decisiones: ni para jugar así (4-3-3 o 4-1-4-1) ni para hacerlo como veníamos jugando antes (4-4-2 en rombo). Estamos aquí para tomar decisiones, y entendimos que cambiar era lo mejor para el grupo. Un sistema te puede dar buenos resultados, pero por sí mismo no es infalible ni la respuesta a todos los problemas. Y, lógicamente, en una temporada tienes que ir metiendo matices. ¿Por qué ahora ganamos fuera de casa? ¿Por qué ahora sabemos competir mejor? Quizá porque hemos vivido unas experiencias que nos proporcionan información y nos permiten conocer mejor a nuestros futbolistas. Yo lo tengo claro: lo más importante es el diagnóstico y conocer el porqué de las cosas. ¿Por qué no ganábamos a domicilio? ¿Por qué llevamos tres partidos sin ganar? Si identificas los errores, se te presenta la posibilidad de encontrar una solución. Este equipo es maduro y el cuerpo técnico da pie a que los jugadores se expresen. Esa es nuestra manera de entender todo el proceso.
– Dentro de la actual formación con futbolistas de banda, en Granada situó a Mosquera como interior, a la altura de Edu Expósito. ¿Esta posición se ajusta a las virtudes de Pedro?
Esa no es una mala posición para Mosquera. Existe una diferencia entre su posición actual, en un 4-3-3 con dos extremos más abiertos, y la de interior en el 4-4-2 en rombo, con dos puntas arriba. Pedro, saliendo de frente a presionar, es un jugador muy válido. Eso lo hace bien. El problema en su caso es salir a apretar lateralmente y tener que exigirse a sí mismo hacer basculaciones largas para ayudar al lateral, por sus propias características como futbolista.
– Y a Edu, ¿qué necesita para poder subir otro escalón como futbolista? Su evolución en los últimos siete meses ha sido significativa.
Edu tiene margen de mejora en la finalización. No porque no sepa o no lo haga bien, es que no finaliza. Tiene potencial para buscar más la portería, para ser más protagonista en la frontal del área. Recuerdo que hizo un buen gol contra el Numancia. También le faltaba algo más de presencia en el cuerpo a cuerpo y mejorar sus prestaciones a nivel defensivo, sobre todo en una categoría que te exige mucho en los duelos individuales. Él ya sabe dónde es bueno y dónde lo es menos, porque es un chico autoexigente. Para mí el Edu Expósito de ahora no tiene nada que ver con el del inicio de la temporada. Lo ves competir en Gijón y en Granada y compruebas que ha dado un paso adelante muy importante.
"El Edu Expósito de ahora no tiene nada que ver con el del inicio de la temporada"
– Además de Expósito, Caballo también se ha asentado en el equipo después de dar el salto desde el Fabril, aunque en su recorrido hay más picos y valles.
Con Caballo he tenido más problemas. Empezó muy bien, pero tuvo una fase en la que le costó bastante. Entre que sufrió una lesión y empezó a entrar con asiduidad Saúl, en el día a día pasó de ser un '8' a ser un '3'. Lo veía inseguro y eso se apreciaba en algunos detalles: centraba bien una de cada cinco... Yo le decía: "Diego, macho, aunque todo empezó rodado ahora tienes competencia". Al principio de la temporada todo fue un camino de rosas para él, pero luego tardó en adaptarse a esa nueva situación y a saber dar respuesta a la adversidad. En los últimos partidos sí estamos volviendo a ver al Caballo del inicio.
– Volviendo a los centrocampistas, ¿llegó a conversar con Vicente Gómez sobre la propuesta del fútbol chino que rechazó en la recta final del mercado?
Todavía no he hablado con él sobre el tema. Carmelo me transmitió la situación y ya me comentó directamente la respuesta que había dado Vicente. No quería atosigarlo. Si él hubiese tenido alguna duda sobre si lo mejor era seguir aquí o marcharse, probablemente hubiese tomados cartas en el asunto para llevármelo a mi terreno (sonríe), pero como lo tenía tan claro... Algún día lo hablaremos más a fondo, porque lo que ha hecho es un detalle importante y a valorar. Lo trataremos de una forma más tranquila, cuando haya pasado más tiempo desde el cierre del mercado.
"Lo que ha hecho Vicente es un detalle importante y a valorar"
– ¿La transición de Didier Moreno desde el fútbol colombiano al español, con todo lo que ello conlleva, continúa siendo un rompecabezas?
El caso de Didier me da mucha rabia. Creo que la gente está siendo injusta con él, y no por su culpa. Nosotros entendíamos que era un jugador de un perfil distinto, más llegador, más de ida y vuelta. Y el tiempo nos ha ido diciendo que no. No le hemos ayudado lo más mínimo. 'Didi' es un futbolista para jugar en la zona de Álex, en un rol más posicional. Pero es que tú lo ves entrenar y alucinas con su despliegue. Ya te digo, creo que nos hemos equivocado, o directamente me he equivocado. Hay tiempo y su predisposición es excelente, pero me da mucha pena porque creo que se le está maltratando, entre comillas y sin que se me malinterprete. En la posición en la que lo estábamos poniendo lo obligábamos a hacer cosas con las que ha terminado chocando. Eso le ha hecho daño, aunque es un futbolista agradecido, juegue más o menos. Ojalá tuviera a 24 jugadores con su forma de ser, capaces de pensar como él piensa, siempre viendo la parte positiva. Solo deseo que al final consiga hacerse con la gente, y de eso nos tenemos que encargar tanto él como yo.
– ¿La decisión de trasladar definitivamente a Eneko Bóveda al lateral y acudir al mercado para firmar a un cuarto central como Iñigo López es exclusivamente suya o ha estado relacionada con las escasas posibilidades que ofrecía la ventana de fichajes en esa posición?
Mía. Después de vivir lo que hemos vivido y de trabajar en el día a día, a Eneko lo veo de lateral. Esto lo he hablado con él, y el propio Eneko me ha dicho que ha terminado encontrándose más cómodo en la banda. La idea de Iñigo para completar la defensa es la que transmitió Carmelo al analizar el mercado: traer a un jugador que sepa asumir su rol dentro de nuestra plantilla y que tenga la experiencia necesaria para saber afrontar partidos decisivos. Alguien capaz de cumplir en situaciones límite. Al final, cuando al filial no le van bien las cosas, o directamente le van mal, los jugadores parecen peores. Hay futbolistas en el Fabril que tienen potencial, pero no podemos andarnos con experimentos ni con riesgos. Ellos necesitan exprimir sus opciones de permanencia en Segunda B y nosotros buscábamos a alguien con más poso.
– Quien tenía poso pero no logró aportar todo lo que les hubiese gustado tanto a usted como a él fue Carles Gil. ¿Resultó complicado gestionar su situación mientras no se cerraba el traspaso al New England Revolution?
De puertas hacia dentro la gestión de la salida de Carles Gil no fue especialmente difícil. A mí en un momento dado se me transmite que se le presenta la posibilidad de salir, y yo lo primero que hago es hablar con él. Le dije: "Carles, te voy a dejar fuera de la convocatoria hasta que se solvente tu situación. Si te lo estás pensando significa que no estás centrado al 100% en el Deportivo, por lo tanto prefiero dejarte fuera". Carles lo entendió. El problema es que pasó demasiado tiempo desde que se quedó fuera de la convocatoria para viajar a Mallorca hasta que se confirmó su salida. Eso es todo. Y él entrenó bien en todo momento, no puedo tener ninguna queja sobre su comportamiento.
– Con el traspaso de Carles, ¿cree que el Dépor se ha quedado corto de centrocampistas asociativos?
Para mí no nos quedamos cojos ahí. Si hubiésemos detectado que el jugador que debía sustituir a Carles Gil tenía que ser alguien con un perfil similar, hubiésemos ido a por ese tipo de futbolista ya de primeras en el mercado. Nosotros entendimos que nuestra necesidad principal era incorporar a un jugador más profundo. Otro registro distinto. Y ponderemos que, si volviésemos atrás y jugásemos con el 4-4-2 en rombo, Fede se adapta perfectamente a esa posición de enganche, Borja Valle es capaz de rendir ahí y Matías Nahuel también puede darnos cosas. No son jugadores de las mismas características que Carles, pero sí son más verticales y creo que esto es determinante en esa zona.
– Entonces, ¿tenía claro desde un primer momento que la verticalidad y el gol eran condiciones indispensable para jugar de enganche en el 4-4-2 en rombo?
Sí, desde el principio. A Carles le costó adaptarse a lo que le pedíamos, pero con el paso de las jornadas tuvo oportunidades para meter cuatro o cinco goles. El problema es la conversión, y lo digo siendo consciente del tipo de jugador que es Carles y del número de goles que ha marcado a lo largo de su carrera. El gol es algo fundamental cuando juegas ahí. Te pongo un ejemplo: esto mismo me pasó el año pasado con Aleix Febas –ahora en el Albacete–. Febas tiene desequilibrio, sabe girarse muy bien y ofrece muchas cosas con la pelota, pero al final acabé colocando ahí a Papunashvili. ¿Por qué? Porque es directo, tiene gol desde fuera del área y busca siempre la portería. ¿Por qué ha jugado ahí Pedro a veces? Porque Pedro corre al espacio y va hacia la portería. Carles, aunque terminó entendiéndolo, tiene tendencia a venir atrás, tocar, asociarse... Nosotros creemos que para esa zona nos pueden dar más cosas Fede, Borja o Nahuel.
– Una curiosidad: ¿había formado parte de un cuerpo técnico tan sancionado? Yvan Castillo en dos ocasiones, Bernardo Tapia, usted...
Lo de Yvan no me lo puedo creer. Tampoco él (sonríe). Llevará toda la semana sin dormir, como la otra vez (también fue expulsado contra la UD Las Palmas en la jornada 12). Que expulsen a Yvan es una cosa de locos. Es buena gente, Bernardo y yo sí somos más impulsivos. Estaba sentado en el banquillo en Granada, le vino el balón y lo devolvió al campo flojito y sin maldad. Es una persona encantadora, pero se le han juntado varias situaciones este año. Pobre hombre, porque además es muy sensible a estas cosas.
"Que expulsen a Yvan Castillo es una cosa de locos"
– ¿Sigue considerando que la lucha por el ascenso directo es una pelea abierta o piensa que hay candidaturas definidas?
Sigo pensándolo. Hace exactamente un año, cuatro de los seis equipos que estaban a día de hoy en las posiciones de arriba terminaron cayéndose. Solo se mantuvieron los dos que ascendieron directamente: el Huesca y el Rayo. Todo puede pasar. Albacete, Málaga, Granada y nosotros somos los que llevamos ahí todo el año, pero estoy seguro de que alguno va a perder fuerza. Fíjate en el Alcorcón, que parecía invulnerable y ahora ha caído un poco. Yo no me fío de nada ni de nadie. Cádiz, Oviedo, Osasuna... todos estaban ahí arriba en la jornada 25 de la temporada pasada y ninguno llegó a jugar el playoff. Este año, Osasuna se ha colocado arriba y pasa por una buena racha, el Oviedo viene hacia arriba también, el Granada parece que tiembla un poquito... Esta competición es una locura.
– Insiste mucho en el mismo mensaje: "Nuestro objetivo es entrar en las diez últimas jornadas con opciones de jugárnoslo todo".
No sé si es el mensaje que debo transmitir, pero sí es el mensaje en el que creo. El problema es que bajas de Primera y la Segunda se conoce poco. Por ser el Dépor tienes que ir a Almería y ganar 0-3, y eso es un error; hasta que te das cuenta de que no es así, y algunos ni llegarán a darse cuenta. Van pasando las semanas y las jornadas y tienes que ir compitiendo en todos los campos. Como sé que es muy difícil que un equipo consiga 15 puntos de ventaja sobre el segundo, mi único pensamiento es llegar a las diez últimas jornadas con opciones de poder aspirar al ascenso directo. Hay dos vías para subir: ascenso directo y playoff. Y hemos demostrado que estamos en disposición de pelear por las dos primeras posiciones. Alguno dirá que eso no tiene mucho mérito, pero hay que ver cada semana lo que le cuesta ganar a cualquiera, no solo al Dépor.
– La última: dice que no se fía de nada ni de nadie, así que si le pregunto por el Nàstic ya imagino por dónde van a ir los tiros en su respuesta.
Recuerda que de aquí salió el Tenerife con sensaciones muy buenas. Empataron contra nosotros, llevaban tres jornadas sin encajar, se hablaba de los fichajes de invierno... y llegó el Córdoba, que fuera de casa había tenido muchos problemas, y les pintó la cara, como se suele decir. Lo repito mucho, pero en esta categoría no se puede sacar pecho nunca porque te lo meten para dentro rápido. Volviendo al Dépor, y recuperando lo que te comentaba al principio de la entrevista: ya ha empezado la cuenta atrás. Cada punto cuesta un mundo y todos son imprescindibles. Después del empate contra el Tenerife hice un ejercicio con los jugadores y les dije lo siguiente: "Hemos sacado siete puntos: tres contra el Albacete, tres contra el Sporting en Gijón y uno contra el Tenerife. ¿Estos siete puntos los distribuiríais de otra manera? ¿Quién preferiría haber hecho tres contra el Albacete, uno contra el Sporting y tres contra el Tenerife?" Y ninguno se quedaba con esta última distribución, que parecía más lógica viendo nuestra trayectoria fuera de casa. Para nosotros ganar en Gijón significó romper una racha mala, vencer en un campo importante delante de 2.000 aficionados nuestros... No se elige, pero yo quería ganar en Gijón. ¿Hubiésemos firmado siete puntos de nueve antes de jugar esas tres jornadas? Probablemente. Pero como vienes de ganar en Gijón a veces parece que ya vas a hacerlo siempre con la gorra. Y no es así. Pero eso, entre otras cosas, es lo bonito del fútbol (sonríe).