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El fútbol gallego profesional, en crisis

Dépor, Celta y Lugo, en horas bajas.
David Moldes y Carlos Alberto Fernández

Corren malos tiempos para los tres clubes gallegos del fútbol profesional, el Celta, el Deportivo y el Lugo, cuyos proyectos están en crisis. No obstante, todavía disponen de margen para levantar el vuelo y lograr sus objetivos.

El Celta de Vigo se encuentra en puestos de descenso a Segunda; el Deportivo, inmerso en un bache que le mantiene en promoción de ascenso, pero a cinco puntos del segundo clasificado; y el Lugo cuenta con sólo dos de ventaja respecto al descenso a Segunda B.

El caso del Celta

La apuesta por un técnico sin experiencia en el fútbol europeo, el argentino Antonio Mohamed, con carrera en su país y en México, y, sobre todo, la pérdida de varios de los jugadores que habían formado la columna vertebral del equipo en los últimos cursos (Jonny, Wass y 'Tucu' Hernández) son algunas de las causas de la crisis que vive el Celta.

Pero no son las únicas. La excesiva juventud de la plantilla (Jensen, Beltrán, Hjulsager, Brais Méndez, Emre Mor, entre otros) y la falta de un recambio de garantías en la delantera han lastrado al equipo celeste durante todo el campeonato, pero especialmente tras la lesión del internacional español Iago Aspas.

En el verano se marcharon Borja Iglesias y Claudio Beauvue y se arriesgó con el hispano alemán Dennis Eckert como alternativa a Aspas y Maxi Gómez. La apuesta resultó un fracaso, y tanto Mohamed como Miguel Cardoso admitieron que la planificación deportiva no había sido la adecuada, con demasiados futbolistas para actuar por dentro y sin extremos que aportaran profundidad.

A mediados de noviembre, la directiva que preside Carlos Mouriño destituyó a Mohamed, enfrentado con el club por su planificación deportiva. Llegó Cardoso, un técnico que había sido destituido en el Nantes, y apenas duró cuatro meses, víctima de la peor racha del Celta desde su último ascenso: una sola victoria en once jornadas.

Sin Aspas y con el equipo en una profunda crisis de juego e identidad, arribó a Balaídos Fran Escribá. El técnico valenciano aún no sabe lo que es ganar (derrotas ante Betis y Real Madrid) y su equipo ya se encuentra a cuatro puntos de la salvación. El sábado se mide al Villarreal, en su primera final por la permanencia.

El Dépor y su mal momento

Su máximo rival regional, el Deportivo de La Coruña, también vive días angustiosos en su intento por volver a la élite del fútbol nacional. Para ese objetivo hay dos caminos: uno corto, el de los dos primeros clasificados de LaLiga 1|2|3; y uno largo, el de la promoción de ascenso, una lotería que el club quería evitar pero a la que se puede ver abocado.

Tras el descenso de la temporada pasada, el club emprendió una revolución: nueva dirección deportiva, con Carmelo del Pozo al frente, nuevo cuerpo técnico, con Natxo González a la cabeza, y una profunda renovación de la plantilla.

El equipo empezó bien, sobre todo en casa, donde parecía intratable, y fiel a un sistema (4-4-2 en rombo), pero, desde principios de diciembre, a las dificultades que tenía fuera de casa se sumaron los problemas como local. El técnico cambió de esquema y no ha vuelto a dar con la tecla. Además, las lesiones y los cambios en el mercado de invierno no le han ayudado.

El Dépor atraviesa un bache de resultados, sus jugadores están rindiendo muy por debajo de lo esperado a nivel individual, los delanteros no encuentran el gol y el colectivo no acaba de engranar.

Con todo, se encuentra a cinco puntos del segundo y tiene cuatro de margen respecto al séptimo puesto.

El proyecto fallido del Lugo

Aún más agobiado se encuentra el Lugo, que también apostó en verano por un cambio de rumbo con la llegada de Emilio Viqueira a la dirección deportiva y de Javi López al banquillo.

El técnico fue despedido después de once partidos y llegó Alberto Monteagudo, que tampoco ha encontrado el camino a la tranquilidad y empieza a estar cuestionado ya que solo ha ganado uno de los trece últimos partidos (sin contar el suspendido con el Reus) y no ha sido capaz de imponerse a domicilio.

En 19 partidos, su balance es de tres triunfos, ocho empates y otras tantas derrotas, números que mantienen al Lugo cerca del pozo, con solo dos puntos respecto a los puestos de descenso. El último traspié, 0-3 ante el Albacete, injusta por méritos pero contundente, ha agravado la situación.

Los tres gallegos del fútbol profesional se encuentran en problemas, con el Celta en peor situación que el Deportivo y el Lugo, pero aún tienen tiempo para sacar la cabeza.

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