Carlos Fernández atendió a los medios de comunicación en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva de Abegondo y, además de aparcar su posible presencia en la fase final del Europeo sub 21, respondió cuestiones relativa a su estado físico, la victoria del Dépor contra el Numancia, la llegada de José Luis Martí al banquillo deportivista y la importancia de sumar los tres puntos contra el Real Zaragoza este sábado (18.00h, Movistar Partidazo).
"La verdad es que necesitábamos cambiar la mala racha para tener el refuerzo positivo del resultado. Poder brindarle a la afición los tres puntos. [...] La gente necesita energía positiva, sentir lo que te transmite el ganar. Eso es fundamental para que la gente se anime, vuelva a sumar y recargue las pilas con la máxima ilusión".
"Carlos estaba cuando perdimos contra el Rayo Majadahonda y parecía que se acababa el mundo. Ni mucho menos me siento más o menos importante que nadie: somos 25 jugadores, un cuerpo técnico, un cuerpo médico, nuestro delegado... Todo suma y esto es parte de todos. Todos tenemos nuestra cuota de responsabilidad".
"Las sensaciones son buenas. Durante la semana pasada me encontré bien. Esta última (lesión) era más bien una sensación extraña, una sobrecarga. Mi cabeza está limpia".
"Al final el mensaje está claro: esta es una liga larga con momentos duros y otros buenos. Seguimos en la pelea. Vamos a luchar hasta el final por los aficionados, por nuestra gente, por nuestras familias y por nosotros mismos. Al Dépor hay que darlo siempre como candidato al ascenso".
"Es un tema del cual los jugadores nos tenemos que mantener al margen. Prefiero no entrar en el tema".
"Juegan en casa, con su afición y también quieren brindarles una victoria. Son un grandísimo equipo y seguro que nos vamos a encontrar un partido complicado".
"Tenemos que centrarnos en nosotros mismos. Si empezamos a mirar lo que hacen los contrarios sería mala señal. Cuando termine (el partido) y tengamos lo que tengamos, ya miraremos. No sirve de nada que uno (un rival por el ascenso) empate o gane si nosotros no sumamos la victoria".
"Lo que se busca desde el club cuando se cambia de entrenador es renovar la ilusión. Por las circunstancias en las que veníamos, es más fácil cambiar a un entrenador que a 25 jugadores. Le tocó a Natxo, pero era responsabilidad de todos. El míster (Martí) en el día a día es muy cercano y lo facilita todo mucho".