35 millones en forma de maldición
Comienza a ser una tónica que los equipos recién descendidos a Segunda no consigan volver a la máxima categoría a la primera. El Dépor, que eliminó al Málaga en la primera ronda del play off, acabó cayendo en la final ante el Mallorca, y ya van dos temporadas consecutivas en las que ninguno de los tres que bajaron el curso anterior logran ascender a Primera pese a las importantes ayudas económicas que reciben de LaLiga.
De hecho, la patronal inyectó casi 35 millones de euros al Málaga, al Deportivo y a Las Palmas al comienzo de esta campaña. El club andaluz fue el que más recibió, algo más de 19 'kilos', por unos 14 que fueron a las arcas coruñesas y once a las de la entidad canaria. Además, eran los tres con mayor presupuesto y límite salarial, pero ni por esas han sido capaces de lograr a la primera el ascenso, como tampoco hicieron en la 2017/18 el Granada y el Osasuna, que sí lo han conseguido a la segunda.
Los números del Dépor
El equipo previó esta campaña unos ingresos de más de 42 millones de euros para intentar ascender a Primera. De ellos, 6,72 corresponden a ingresos por traspasos. Además, estimaba un beneficio de 5,7 millones de euros a la conclusión del ejercicio 2018/19. Esto supondría un incremento del 138,3 % respecto al anterior.
Como apuntamos, al inicio de esta temporada en Segunda era uno de los que más capacidad de ingresos tenía, además de ser el tercer tope salarial (solo superado por Málaga y la UD Las Palmas). Ahora, el Deportivo pasará a una posición bastante más modesta el próximo curso por la ayuda del descenso.
Una reducción a la que ya aludió el actual presidente del Deportivo, Paco Zas, cuando presentó su candidatura a dirigir el club en mayo: "Todo el deportivismo tiene que saber que en apenas un mes podemos pasar a un presupuesto estimado de 65 millones -de euros- a uno de 16".
El clavo al que agarrarse
Navarros y andaluces descendieron a Segunda en 2017, y la pasada temporada sufrieron tanto que ninguno de los dos se clasificó para el play off de ascenso pese a haber diseñado proyectos ambiciosos para volver a la máxima categoría. En verano tuvieron que reestructurar sus plantillas ya sin contar con esos millones de ayuda por el descenso, y tanto el Granada como el Osasuna acertaron de lleno y consiguieron el ascenso en una segunda intentona por la vía directa.