El Deportivo sigue su caída libre. Y parece no tener fin. La derrota en El Toralín ante la Ponferradina es una señal más del negro momento del equipo de Luis César Sampedro, que va camino de la Segunda B si nadie lo remedia. Y en el vestuario ya son conscientes de que la situación es terrorífica. Al menos hay autocrítica, como la realizada por Álex Bergantiños tras el partido.
El capitán no se esconde pero sus palabras son más que alarmantes. La palabra vergüenza ya aparece: "No sé si esa es la palabra exacta, pero sí. En mi vida, en ninguna categoría, he vivido una racha así. Es exagerado y más en un club como el Deportivo. Es muy frustrante lo que estamos viviendo. Pero nosotros somos los responsables. No sé si sentirse avergonzado, pero responsable. Mirarse uno mismo y dar el mayor rendimiento posible”.
"En mi vida, en ninguna categoría, he vivido una racha así. Es exagerado y más en un club como el Deportivo. Es muy frustrante lo que estamos viviendo. Pero nosotros somos los responsables"
Bergantiños ha dado un análisis de cómo está el vestuario: "El equipo está mentalmente roto. Ya durante la semana, en los entrenamientos. No estamos sabiendo competir. Así de frágiles es difícil competir. Somos el peor equipo, con diferencia. Seguramente podamos ser mejores jugadores, pero no estamos sabiendo competir ni ser equipo. Esto no puede seguir así, dando una imagen indigna de este club y de un club profesional”.
La salvación parece ahora muy lejana, aún a la espera de lo que hagan esta jornada otros rivales: "Ahora mismo se ve casi imposible. Lógicamente entiendo que va a haber cambios a todos los niveles. A ver si entra gente fresca y nos ayuda a hacer una segunda vuelta de ascenso para salvar esto. Está todo negro, pero no debemos rendirnos ni abandonar la competición. Hay que limpiar la cabeza y competir lo mejor posible”.
"A ver si entra gente fresca y nos ayuda a hacer una segunda vuelta de ascenso para salvar esto. Está todo negro, pero no debemos rendirnos ni abandonar la competición"
El lío institucional también se ve reflejado en el equipo coruñés: "Lo que sucede en el entorno no acompaña. Que haya división, tantos cambios… Que hoy sean uno los que toman decisiones, mañana otros, que los jugadores cambien… Cuando no hay estabilidad es más complicado que las cosas salgan bien. Hay que intentar que quien entre, lo haga con convicción".