La actividad para la Policía gallega es frenética en estos tiempos de coronavirus. Desde que se decretó el estado de alarma en España el pasado día 14, las carreteras son uno de los puntos sensibles en los que se ha reforzado la vigilancia para evitar desplazamientos injustificados, más teniendo en cuenta que nos encontramos en plena Semana Santa. Es por ello que los controles para garantizar el cumplimiento de las restricciones de movilidad impuestas se recrudecerán.
Y es que las cifras de semanas anteriores obligan a ello, pues en las tres últimas, los agentes llevaron a cabo 2.290 denuncias en las carreteras gallegas por realizar desplazamientos no permitidos. Esto refleja una cifra media de 120 conductores y pasajeros sancionados cada día por saltarse el confinamiento en la comunidad. Y hay todo tipos de excusas, y muchas de ellas no tienen desperdicio.
Uno de los detenidos intentaba justificar su desplazamiento asegurando que iba a comprar un pepino para la ensalada desde Aranga hasta A Coruña. Otros intentaban hacerlo diciendo que iban negocio porque había saltó la alarma de la empresa, que viajan en grupo para ir a por el periódico e incluso alguno que pasea a diario la misma barra de pan intentando justificar así su salida de casa. Debe de estar bastante dura.
Entre el pasado 16 de marzo y el 7 de abril, el Sector de Tráfico en Galicia abrió un total 618 expedientes sancionadores en la provincia de A Coruña, lo que la sitúa como la segunda de la comunidad en este aspecto, solo superada por los 655 en la de Lugo; y por encima de los 498 en Ourense y los 519 en Pontevedra.
Eso sí, cabe destacar que la media de denuncias diarias realizadas por patrullas de la Guardia Civil ha ido disminuyendo cada semana: del 51%, al 34% de la segunda y al 30% de la tercera.