El recital de Djalminha ante el Barça: un sano ejercicio de memoria en cuarentena

Durante el confinamiento es muy saludable ejercitar la memoria para no atrofiarnos. No está de más recordar ciertos aspectos futbolísticos que el exdeportivista Djalminha encarnaba a la perfección. Al deportivismo le sobran buenos recuerdos para recrearse con este mago brasileño del balón.

Buena muestra de ello es el partido frente al Barça en Riazor de la temporada 1997/98 que han traído al presente en El Día Después. El astro blanquiazul sacó la chistera para definir con sus pies conceptos como 'regate', 'tacón', 'exterior' o 'espuela' que forman parte del Futbolcedario de Alfredo Relaño. Sin embargo, Djalminha va más allá y en este reportaje añaden también 'La Djalminhada'.

Habilidad máxima

Hablar de Djalminha es hacerlo de uno de los jugadores más habilidosos que ha pasado por la Liga Española. Riazor fue testigo de las impresionantes cualidades que poseía este futbolista brasileño. Capaz de lo mejor y lo peor, quedarán en la memoria sus precisos lanzamientos de falta directa, sus penaltis 'a lo Panenka', sus pases con el hombro y algunos regates inverosímiles, como el 'lambretta', que consistía en elevarse el balón con los pies por encima de la espalda. También la parroquia herculina recuerda sus famosos piques con Mostovoi en los Dépor - Celta, y el cabezazo que propinó a su entrenador, Jabo Irureta.