El Deportivo de La Coruña dio un paso adelante ante el Pontevedra CF con la entrada de José Lara a los 81 minutos de partido. El sevillano ingresaba al terreno de juego en detrimento de Uche Agbo y le cambiaba por completo la cara al equipo. Sin ir más lejos, apenas nueve minutos después, la mejoría sobre el verde se veía reflejada con el gol del Dépor, obra de Diego Rolan. Pero el fútbol es tan caprichoso que a los cuatro minutos, Rufo volvía a poner el empate en el marcador.
Visto lo visto en Pasarón, el empate puede considerarse un resultado justo, pero si alguno de los dos equipos mereció los tres puntos, ese fue el Dépor. Sobre todo, desde que Lara entrase al partido. El centrocampista andaluz dotó al equipo de un control que hasta el momento había sido alterno. Si bien, su participación en el encuentro estuvo marcada por una expulsión por roja directa a falta de nueve minutos para el final.
Según reza el acta, el árbitro del partido, González Francés, expulsó a Lara por "golpear con la palma de la mano en el pecho de un contrario con uso de fuerza excesiva sin estar el balón en juego". Una acción que provocó una tangana en el campo y que también acabó con la expulsión del delantero del Pontevedra Charles, en su caso por "golpear en el cuello de un contrario con la mano abierta usando fuerza excesiva, no estando el balón en juego".
Para el técnico del Dépor, Fernando Vázquez, la entrada de Lara también fue clave en el encuentro. Así lo reconoció en la rueda de prensa posterior al mismo, en la que aseguró que el hispalense "era el jugador que me iba a ganar el partido". Del mismo modo, mostró su enfado por la decisión del colegiado de expulsar al futbolsita: "Me dio la sensación que estaba más nervioso el árbitro que los jugadores. Tomó decisiones muy precipitadas y estrictas", señaló.