Luis Alberto García Pacheco "Lucho" (Barranquilla, Colombia, 20 de marzo de 1998) vive su mejor semana tras llegar al Deportivo el pasado mes de octubre. Su mano salvadora impidió el empate del Pontevedra el pasado domingo en Riazor y permitió que los tres puntos, tan necesarios, se quedasen en casa.
La manera de celebrar esa parada emocionó a todo el deportivismo. Y es que Lucho derrocha hambre, esfuerzo y compromiso. Así lo reflejan sus maduras reflexiones en esta entrevista concedida a ElDesmarque antes del duelo crucial del domingo ante el Celta B.
-Tu verdadero nombre es Luis Alberto García Pacheco, ¿De dónde viene lo de Lucho?
-El apodo de Lucho viene por mi abuelo que ya está en el cielo y siempre tuve la ilusión de que se sintiera orgulloso. Como a él le llamaban Lucho y en Sudamérica a los Luis les suelen llamar Lucho pues me lo puse desde pequeño por eso.
-La raíz de tu nombre, es la misma que la de lucha, luchador y tiene que ver con ese ADN de compromiso y trabajo que siempre has dicho que van contigo…
-Sí, desde la crianza de mis padres siempre me han inculcado mucho que todo me lo tengo que ganar a base de trabajo y a base de hacer las cosas bien y yo pienso que desde que llegué aquí eso es lo que querido que tanto la gente, como los entrenadores y los compañeros vean de mí.
"El apodo de Lucho viene por mi abuelo que ya está en el cielo y siempre tuve la ilusión de que se sintiera orgulloso"
-Y también la positividad y la motivación. Has comentado en alguna ocasión que siempre mantuviste la fe y una lucha contigo mismo para creer en la titularidad y lo has conseguido ¿Qué o quién te ha ayudado a no venirte abajo y, aún por encima, viendo la presión que tenía el equipo?
-Sí, ha habido claramente momentos difíciles cuando no eres titular y no te salen las cosas como tú quieres. Tienes que tener la cabeza muy fuerte, rodearte de personas que verdaderamente te aporten cosas positivas y, por suerte y por bendición, tengo personas en mi vida que me han ayudado muchísimo. Mis padres han estado siempre pendientes de mí, mis amigos, mi pareja han estado siempre dándome ánimos y recordándome el portero que soy yo, la persona que soy yo y cuando he tenido momentos que, a lo mejor he podido dudar de mí, ellos estaban ahí y me lo recordaban.
-¿Los tienes aquí en A Coruña?
Ahora mismo solo vivo con mi madre aquí en A Coruña.
-¿Cómo has vivido el tema de la pandemia, te ha afectado más por no poder desplazarte y reunirte más con tu gente?
-Sí, la verdad es que separarte de la familia siempre es duro. Yo me he criado aquí en España. Me vine con doce años y medio y siempre tenía a mi familia en Colombia. Es verdad que mis padres me trajeron aquí y todos mis amigos de infancia los tengo aquí. Por el fútbol, primero viví en Madrid, después en Sevilla y ahora estoy aquí en A Coruña y todas las adaptaciones al principio cuestan un poco más y más por lo que había pero me he adaptado bien. He hecho grandes amigos aquí que considero fundamentales en mi vida hoy. Estoy muy contento aquí en A Coruña, me encanta la ciudad y espero poder durar muchos años aquí.
"Estoy muy contento aquí en A Coruña, me encanta la ciudad y espero poder durar muchos años aquí"
-A pesar de no haber podido disfrutarla como se merece por las restricciones del coronavirus…
-Claro, sobre todo, el no poder irte a tomar un café con un amigo o ir a visitarlo porque no se podía estar dos personas de casas diferentes en una misma vivienda y, entonces, por esa parte sí ha sido un poco complicado. Hemos tenido que tener paciencia hasta ahora que se están abriendo un poco más las cosas y se puede salir a tomar algo.
-Sin que suene a disculpa pero ¿crees que esto está repercutiendo en demasiado al mundo del fútbol? El hecho de cómo estáis psicológicamente, que no podéis salir, que no hay público en las gradas… El fútbol sin afición que arrope se tiene que notar y en caso del Deportivo, aún más…
-Sí. Yo no he tenido el privilegio de jugar con todo este estadio lleno pero, obviamente, yo pienso que nos hubiera afectado positivamente que estuviera la gente. De hecho, las veces que ha venido la gente se ha notado muchísimo. En los partidos en los que ha habido gente aquí es cuando mejor hemos jugado. Sí, es verdad, que todos los equipos tienen que jugar con ello, que no tienen a sus aficionados pero nosotros que nuestra afición es tan grande y que siempre se nota tanto su presencia es verdad que la hemos echado en falta en eso. Pero también han estado siempre con nosotros, nos han estado apoyando. No nos podemos quejar. Lo que sí, esperar para que las cosas se solucionen y pueda llenarse Riazor.
-A pesar de tu juventud, te tocó dar la cara tras la derrota en Ferrol y pedías también fe para una afición que ya no creía en las palabras sino en los hechos. ¿Crees, sin embargo, que tu discurso es ahora uno de los más creíbles por lo que has reflejado en el campo ante el Pontevedra?
-Sí, es verdad que nunca es fácil cuando tienes una derrota el dar explicaciones o el pedir esa fe porque es entendible que las personas tengan dudas. Obviamente, somos personas y no estaban saliendo las cosas y es normal que hayan reaccionado así. Yo lo entiendo. Yo lo que pedía es que nos uniéramos más que nunca porque en los momentos difíciles es cuando si te unes puedes sacar cosas positivas y creo que se vio reflejado el finde pasado. Tanto en mensajes en redes sociales como en los entrenamientos con los compañeros nosotros vimos ese apoyo a la afición y nosotros lo trasladamos al campo y lo dimos todo y se pudo ver.
"En los momentos difíciles es cuando si te unes puedes sacar cosas positivas y creo que se vio reflejado el finde pasado"
-Y algo muy curioso, que la gente vio repetidas veces tu parada pero lo que llegó al corazón de los aficionados fue como celebraste tú esa parada…
-Te voy a contar por qué la celebré. Como ya te he dicho, ha habido momentos difíciles este año y esa parada era como todo eso que tú has venido trabajando cuando no se te daban las cosas lo has visto reflejado ahí. Fíjate que tener fe, tener esperanza, trabajar, algún día trae su recompensa. Y todo ese dinero que, por así decirlo, yo metí en el banco cuando a mí no me salían las cosas cuando no estaba jugando se vio reflejado en esa parada y, por eso, con esa rabia, con esa fuerza y esa hambre que pueda tener todo el deportivismo porque no han salido las cosas pues es lo que quise demostrar con eso y eso es lo que me salió en ese momento.
-Un partido en el que el míster ha vuelto a confiar en ti pero también con alguna bronca incluída. ¿Le sentó mal que sacases en largo en los minutos finales justo antes de la lesión de Derik?
-Sí, al final vinieron algunas jugadas que fueron un poco confusas y también Mujaid me da un balón que el rival pedía que era cesión, hubo confusión y sí, es verdad, que tienes que tomar decisiones muy rápidas. Yo tomé la decisión de tirarla arriba, tirarle a un compañero, había salido Claudio en ese momento y teníamos oportunidad arriba con él. Yo decidí que en caso de perder algo que fuera allí arriba y no fuera aquí cerca que tampoco estamos en un momento de lucidez sino que estábamos más encerrados. El míster me dijo que tuviera un poquito más de pausa y tranquilidad. Luego lo hablamos y, sin problema, lo solucionamos. Es una tensión que tienes en esos minutos del partido y es totalmente entendible.
"Tener fe, tener esperanza, trabajar, algún día trae su recompensa"
-A Rubén se le ve con mucho carácter pero también se habla de que utiliza un lenguaje demasiado técnico, ¿se está entendiendo bien el mensaje del entrenador dentro del vestuario?
-Yo creo que el míster nos lo da todo muy masticado y en eso le tenemos que estar agradecidos. No creo que algo no quede claro en lo que nos explica. Luego somos nosotros los que lo tenemos que reflejar en el terreno de juego porque el míster tanto en los entrenamientos como en los vídeos y en la preparación antes del partido nos lo explica muy bien. Entonces, nosotros lo que tenemos que hacer es plasmarlo en el partido y si no lo hacemos es porque verdaderamente no lo estamos haciendo bien los jugadores y no porque el míster no nos lo haya explicado.
-Sin duda, estás demostrando cada día más seguridad y se la transmites a tus compañeros pero, ¿en qué trabaja también Lucho para seguir mejorando?
-Pues intento trabajar un poco en todo. Es verdad que con el paso de partidos me ido notando mejor, con más seguridad. En los primeros partidos, si te fijas, no tomaba unas decisiones muy arriesgadas. Sobre todo, porque son las primeras acciones y uno tiene que ir cogiendo confianza poco a poco. No tenía en ningún momento dudas sobre mí pero no me quería complicar. Pero con el paso de estos partidos estoy viendo que estoy ganando confianza, me están saliendo mejores golpeos con el pie, estamos teniendo más acciones ofensivas en las que participo yo y creo que eso le puede aportar cosas buenas al equipo.
"El míster nos lo da todo muy masticado y en eso le tenemos que estar agradecidos"
-Llega una nueva final ante el Celta B, ¿qué referencias tenías antes de llegar de la rivalidad entre el Deportivo y el Celta?
-Sé la rivalidad que había y acabamos muy jodidos después de la derrota aquí en Riazor. No tenemos ninguna duda de lo que tenemos que hacer, hay que ir a morir, a darlo todo y a reventarlos allí en el campo porque, realmente, nos dolió lo que pasó aquí y eso no puede volver a repetirse. Vamos a salir con todo, ya lo estamos preparando y estamos mentalizados de que hay que ir a morir.
-Dicen los jugadores de allí como el coruñés Pampín que es un plus jugar contra el Dépor pero, ¿tú tienes aún la espinita clavada de la primera vuelta, de esa derrota en Riazor que tanto dolió, hay ganas de revancha?
-Claro que dolió y al deportivismo en general le dolió muchísimo más. También por la posición en la que están ellos y en la que estamos nosotros que nadie se lo esperaba y tenemos esa espina clavada y nos la tenemos que sacar como sea en el terreno de juego. Yo la intensidad del entrenamiento lo veo todos los días en la mentalidad que tienen los compañeros y, como ya dije antes del partido contra el Pontevedra, el equipo está motivado, yo noto buenas sensaciones y eso es positivo.
"Tenemos esa espina clavada y nos la tenemos que sacar como sea en el terreno de juego. Vamos a salir con todo y estamos mentalizados de que hay que ir a morir"
-Por cierto, además de poner todo en el trabajo diario y el día del partido, ¿recurres mucho a la oración?, ¿Qué papel juega Dios en tu vida? Te vemos, incluso, rezar en los partidos…
-Sí, yo lo que hago antes de los partidos es pedir por cada uno de mis compañeros, agradecer la oportunidad de darle la gloria a él. Mediante el fútbol y lo que hago expreso mi gratitud y, cuando juego, intento disfrutar todo lo posible. Pido por todos mis compañeros, que nadie salga lesionado, que nos salgan las cosas de la mejor manera y que ojalá se nos dé para que podamos ganar.
-Entonces, ¿mantienes también la fe en este Dépor y su futuro?
-Sí, la he tenido cuando estaban saliendo las cosas mal y ahora que están saliendo mejor tengo todavía más fe.
-Precisamente, el 20 de marzo, cuando acaba la primera fase de la competición, aunque puede que se aplace una semana más, estás de cumpleaños, ¿qué le pide Lucho a los 23?
-Lo que le pido es lograr estas dos últimas victorias que tanto he anhelado yo que me dieran la oportunidad. El poder plasmarlo con esas dos victorias para mí sería el mejor regalo posible.