Borja Jiménez (Ávila, 1985) ya sabe lo que es ascender en dos ocasiones a Segunda División y está convencido de que con trabajo y tesón conseguirá en junio el tercero con el Deportivo. El conjunto blanquiazul ya tiene asegurado el play off a falta de tres partidos para acabar la competición en Primera División RFEF.
En esta tercera parte de su entrevista para ElDesmarque, el míster del Dépor felicita con respeto al campeón, destaca la importancia y el apoyo de su familia en los buenos y malos momentos y analiza cómo ha cambiado la vida desde que él era un niño.
Afortunadamente, la esencia del fútbol no ha cambiado y el técnico abulense desvela, además, que hay personas y consejos que han dejado huella en su carrera. Seguimos conociendo a continuación y en el vídeo de la parte superior al entrenador abulense del conjunto coruñés.
-¿Te gustaría poder explicar más detalles a los que definió Miku el otro día en ElDesmarque como entrenadores de Twitter, facebook o Instagram ya que no todo es como parece en el exterior?
-Las redes sociales son un ente donde vale todo. Ya me habéis escuchado más veces decir que todo el mundo tiene derecho a opinar pero no todas las opiniones son respetables. No solo en el mundo del fútbol, también en el mundo de la política, en el mundo de lo que sea, porque ahora es muy fácil dar tu opinión, colgarlo en una red social y que se pueda hacer viral en cuestión de minutos. Todas las opiniones mientras sean desde el respeto y desinteresadas, bienvenidas sean. No hay ningún problema. Es cierto que yo estoy muy al margen pero intuyes que la gente sufre con el tema de los cambios porque es algo que me preguntáis todos los días en la rueda de prensa por quién juega y quién no. Yo me quedo no con las redes sociales y lo que se diga sino con el cariño que me muestra la gente en la calle en el trato personal cuando voy al supermercado, cuando estoy en una cafetería trabajando o lo que sea. Toda la gente en el mejor momento y en el peor momento siempre me ha mostrado muchísimo cariño.
"Toda la gente en el mejor momento y en el peor momento siempre me ha mostrado muchísimo cariño"
-¿Crees que ahí está un poco la realidad, en la calle? Hablabas antes de nuestra época sin redes sociales y ahora parece que hay otro mundo
-Sí. Ojalá desapareciera todo eso porque creo que nos hace peores personas a todos. Nos hace comunicarnos menos, estar menos pendientes de nuestra gente, perdemos demasiado tiempo en vanalidades. Te llega el informe de la semana y lo que has utilizado el teléfono el ordenador y a mí eso me duele. Son demasiadas horas con nada, con una máquina. Creo que antes era todo mucho más sano cuando tenías que decir las cosas a alguien o se las decías a la cara o no se las decías. Yo soy de relaciones directas cara a cara y echo mucho de menos en las ruedas de prensa a la gente. Saber quién te lo pregunta, por qué te lo pregunta, con qué cara te lo pregunta. Esa vinculación directa de la persona creo que influye muchísimo porque no es lo mismo como yo pueda decir las cosas y alguien me esté viendo a que sólo escuche o quede escrito. No tiene nada que ver pero, bueno es algo que se ha perdido que no vamos a recuperar nunca y que yo creo que las juventudes de ahora echarán en falta. Yo siempre lo digo no cambiaría por absolutamente nada del mundo mi infancia por la que tiene ahora los jóvenes.
-Toca reinventarse, también han cambiado las tecnologías en el mundo del fútbol, por ejemplo, con el tema de Big Data. Digamos que en todo este cambio habrá cosas positivas y negativas…
-Sí, todo evoluciona. Los datos es algo que está ahí, que hay que saber utilizarlos pero lo que no cambia es que se juega once contra once, que las decisiones se toman en directo, que hay un juez que es el árbitro y una pelota que es móvil. Tú puedes ver y analizar muchas cosas durante la semana, tener muchos datos pero luego en el verde todo lo que pasa es al momento. Hay que vivirlo y verlo con los ojos, sentirlo y dar soluciones al momento. En casa, cada uno cuando acaba el partido y en función de lo ocurrido, todos tomaríamos otras decisiones. El que es bueno tiene la capacidad durante los partidos todo eso que la gente luego ve en las cámaras y demás saber que se estaba dando. Muchas veces los datos coinciden con la realidad. Soy partidario de utilizar bien los datos sabiendo que no todos van a valer o que los que valen aquí no van a valer en Ferrol o en otro sitio porque cada contexto es diferente y el dato es el mismo.
-Siendo consciente, además, de que los jugadores tienen diferentes mentes que no están siempre igual y eso es más difícil de analizar.
-Se dice mucho. Los estados de ánimo influyen. El gol es para mí lo más determinante que hay en el fútbol para cambiar un partido que estaba siendo un desastre y haces un gol sin querer y todo puede cambiar. Y es en lo que hay que focalizar el tiempo, trabajar esas cabezas, saber que durante el partido va a haber diferentes circunstancias que te deben afectar lo menos posible tanto para bien como para mal pero eso está ahí. El gol es lo único que tiene la capacidad de cambiar todo en un momento, que la pelota entre o no entre.
-Al fútbol se juega con los pies y con la cabeza. Se ha hablado mucho del factor mental en el bajón del Dépor pero lo que no todo el mundo sabe es que eres un apasionado de la psicología positiva, el crecimiento personal, actitud, esfuerzo y valores. ¿Intentas transmitir a tus futbolistas toda esa información sobre motivación que manejas?
-Sí, yo creo que al final los jugadores son el reflejo de lo que es su entrenador. Cuando tienen un entrenador que es ganador el equipo suele intentar ser ganador, cuando es positivo tiene que ser positivo. Creo que tenemos mucha más influencia en lo que transmitimos pero ya no solo a los jugadores sino también al entorno, a los aficionados, a la prensa. Esa personalidad de cada entrenador es lo que hace a sus equipos diferentes y no tanto el conocimiento que forma parte de ello y que cada entrenador ve las cosas de una manera. Lo que el entrenador pueda transmitir para mí es fundamental. Soy el primero que trabaja con su mente, con la mía para después trabajar con la de los jugadores. Sí, me gusta mucho el tema mental.
"Soy el primero que trabaja con su mente para después trabajar con la de los jugadores"
-No cabe duda de que el mensaje les llegó en los últimos partidos de Riazor pero fuera de casa sigue faltando algo…
Gracias a Dios solo nos queda una salida (bromea). Nos ha pasado en la segunda vuelta. Hemos tenido de todo. Nos ha pasado casi de todo. En el viaje a Sanse no teníamos a Ian (Mackay), los problemas en el lateral, tuvimos un larguero, una situación de Quiles… En Vigo cuando teníamos todo controlado que íbamos a dar la vuelta nos quedamos con diez. Nos ha ido pasado casi todo lo malo fuera de casa en esta segunda vuelta pero hay que hacer autocrítica. Tenemos que ser como en la primera vuelta, ser ese equipo que tenía la capacidad de ir a Calahorra y ganar 0-3. Eso es lo que para mí ha marcado esta segunda vuelta. Aún así, no sé si haciendo las cosas tan bien como en la primera vuelta con el nivel que ha tenido el Racing nos hubiera valido para ser campeones.
“No sé si haciendo las cosas tan bien como en la primera vuelta con el nivel que ha tenido el Racing nos hubiera valido para ser campeones”
-¿Tendrás que llevarte a tu padre a Valladolid, en el único partido que os queda fuera? Creo que él es un auténtico amuleto para ti, ¿no?
-Sí, mi padre es muy especial. Este año cada quince días los he tenido aquí porque también se van haciendo mayores y yo les echo en falta y me gustaría verles más. Me gusta estar cerca de mi familia. Mi padre me ha acompañado siempre. Me duele porque cuando no ganamos él lo lleva muy mal. Él es el que peor lo lleva y el que más lo siente. Probablemente, es el que más lee y eso es lo que más le duele. Al final que no hablen bien de tu hijo si el hijo no lo lee pues le da un poco igual, pero para un padre creo que es la parte más difícil y él eso lo lleva muy mal. Estuvo conmigo en los dos ascensos, además muy cerca de mí. Los viví con él y los celebré con él. El primero en Mallorca y el segundo por el tema de la pandemia en Málaga. Mi padre, mi madre, mi hermano…todo el mundo que puede vivir cerca de mí no solo los éxitos sin también los fracasos han sido siempre los mismos. Lo valoro mucho. Sé quien me va apoyar cuando las cosas van mal y quien debe disfrutar cuando las cosas van bien.
-No cabe duda de que la familia es un pilar fundamental en tu vida…
-Yo creo que tendría que ser así para todo el mundo. Quizás es un poco la educación que yo he tenido. Me he criado con mis primos, con mi hermano. Mi hermano y yo nos sacamos once años. Yo este fin de semana lo tenía más despejado y él se me va a Colombia, parece que no nos ponemos de acuerdo porque yo intentaré llegar a casa el viernes y él, precisamente, se va el viernes. Pero, sí, para mí la familia es fundamental. ¿Por qué? Porque son los que nunca te van fallar, porque son los que te dicen las cosas con la intención de que te vaya bien, sin ningún otro tipo de interés, porque corre la misma sangre por todos. Yo tengo un día y medio libre e intento ver a mis primos, a mis tíos, a mis padres, a todo el mundo. Intento estar muy cercano con la gente que me quiere y con la que realmente utilizo el poco tiempo libre que tengo.
“Para mí, la familia es fundamental porque son los que nunca te van fallar, porque son los que te dicen las cosas con la intención de que te vaya bien”
-¿Qué te suelen decir ellos sobre tu trabajo? ¿Son de criticarte mucho o de elogio fácil?
-Mi padre es de los que siempre le llamo cuando acabo y partido y me dice “pues hoy no habéis estado bien”. Es el primero que cuando no ganamos empieza “es que fulanito no sé qué y no sé cuánto”. De momento, no me hace cambios en las alineaciones pero hace su análisis y muchas veces le digo ‘papá te llamo no para que me hundas más. Nos ha ido mal pero cuéntame cosas positivas’. Pero, bueno, es su forma de ser. Tengo la gran suerte de tener todavía a mis padres y siempre me han intentado educar desde ese respeto y ese trabajo diario. Ellos siempre que me he desviado un poquito me han metido mucha caña para que volviera por la vía.
-¿Hay algún consejo que te hayan dado en la vida que sea tu línea a seguir?
-Siempre me han dicho que sea buena persona y que a la gente buena le pasan cosas buenas. Entonces intento ser la mejor persona posible con todo el mundo. Desde el respeto y la sinceridad pero, sobre todo, ser buena gente. A mí me gusta que cuando salgo de los sitios los jugadores me llamen, me escriban y que tengan un buen concepto de mí. Aparte de que puedan pensar que soy mejor o peor entrenador que digan ‘Borja es buena gente’.
"Me gusta que cuando salgo de los sitios los jugadores me llamen, me escriban y que tengan un buen concepto de mí"
-Aunque también eres consciente que a las buenas personas también les pasan cosas malas o se les hace daño por ser demasiado buenos…
-Está claro. Lo importante es que cada uno cuando se vaya a dormir tenga la conciencia tranquila de que ha hecho todo lo posible porque fuera bien. Yo soy de los que creo firmemente que ser positivo y ser buena gente al final esas buenas vibraciones ayudan a que las cosas te vayan bien. Así lo creo y habrá gente que piense todo lo contrario y que no lo vincule a nada. Es respetable todo. Yo intento ser la mejor persona posible, intento ayudar a todo el mundo en lo que yo puedo hacer. Hay cosas en las que no llego o no tengo la capacidad para ayudar a nadie pero el legado que quiero dejar cuando me tenga que ir no solo aquí sino de los sitios que sea es que me valoren como un trabajador nato porque le dedico mucho tiempo y como una buena persona. Cata en su día me dijo un refrán que siempre me ha hecho mucha gracia sobre el trabajo y el dedicarle horas. Me decía “Que te llamen burro pero no vago”. Es algo que llevo muy grabado a fuego porque fue de las primeras personas con las que me crucé en el fútbol y que me ha enseñado muchas cosas y con el que tengo una muy buena relación.
"Lo importante es que cada uno cuando se vaya a dormir tenga la conciencia tranquila de que ha hecho todo lo posible porque fuera bien"
-No quisiera acabar esta entrevista sin preguntarte por la celebración del ascenso del Racing de Santander. “Hay una cosa en la que el Dépor no nos doblaba, en huevos”, palabras de Romo, el entrenador del Racing tras proclamarse campeones…“Dépor, cabrón saluda al campeón”, Soko desde el balcón a la afición… y Cedric haciendo referencia al aplazamiento en Twitter… ¿Entiendes la celebración con insulto en un momento de euforia?
-Desde aquí lo que puedo hacer es felicitar al Racing, a la Institución porque también es un histórico y lo han hecho muy bien, son los justos campeones y se merecen el título. Luego ya lo que haya dicho cada uno que he escuchado todo lo que han dicho ya es más un tema personal. Que yo muestre mi opinión sobre lo que pienso es lo que os decía antes, represento a un club muy grande y creo que tengo que estar a la altura de eso. Lo que ellos hayan dicho o no quedará para siempre y para ellos y no sé cómo les podrá afectar o no. Hablar en este caso por mi parte sería una opinión muy personal mía que no es momento de que nosotros entremos en debates de nada. Yo he podido celebrar dos ascensos y lo que yo sentí es para mi gente, para celebrarlo con mi afición. A partir de ahí cada uno con su vida, con lo que diga tiene que ser consecuente. Ellos han sido los justos ganadores por méritos propios. Hay que reconocerlo, no pasa nada. En el deporte, otras de las virtudes que tiene que tener el que pierde es tener la capacidad de felicitar al que te gana. A partir de ahí, las celebraciones, como buenamente dice la palabra, es para celebrar desde el respeto y la educación. Nada más. Estoy convencido de que habrá parte también de la afición de ellos que las declaraciones les hagan menos gracia que a otra parte pero, sobre todo, quedarme con el mensaje de que han ganado y lo han hecho de forma justa porque es la realidad. Luego allá cada uno con sus palabras.
"En el deporte, otras de las virtudes que tiene que tener el que pierde es tener la capacidad de felicitar al que te gana"
-Aunque no te gusta mirar muy lejos, imagino que sí trabajarás la visualización, ¿tienes muy visualizada vuestra celebración en caso de ascenso?
-Sí, en mi mente tengo visualizado ese ascenso y estoy casi convencido de que lo vamos a conseguir porque hemos hecho méritos para poder hacerlo. Probablemente como todos los que vamos a jugar ese play off. Pero, bueno, si hay que celebrar todo eso sale, no creo que haya que preparar nada pero en mi mente sí que está dar una alegría a toda la afición porque se lo merecen, porque hemos trabajado mucho durante todo el año. No pongo en duda que todos con los que vayamos a jugar el ascenso también lo hayan hecho pero es una afición que se lo merece y los imagino muchas veces.
-Preparado entonces para vivir emociones fuertes…
-Sí, vamos a tener un mes de junio de emociones, de muchos sentimientos, de poder mostrar que merecemos ese ascenso. Y, también, que tengamos suerte, que como digo yo siempre, que no ocurra nada que desvirtúe los partidos. Creo que con trabajo y tesón y, sobre todo, viendo que lo podemos conseguir, lo vamos a conseguir.
“Con trabajo y tesón lo vamos a conseguir”