Una de las novedades que el Deportivo de la Coruña puede presentar en el encuentro de hoy contra el Talavera puede estar en el centro del campo. Porque muchas voces aconsejan a Borja Jiménez Sáez dejar de apostar por un doble pivote y colocar a un jugador más creativo, que permita que el juego sea más fluido. Y es que uno de los problemas del equipo es la elaboración de las jugadas, obligando a Mario Soriano a tener que bajar más.
Contra el Celta B, Roberto Olabe y Diego Villares formaron pareja en la medular, acompañando al ex media punta del Atlético de Madrid, que está siendo el jugador más destacado en el arranque del curso. La baja de Juergen Elitim, que recaló en el Racing de Santander, todavía no ha sido cubierta, y siguen bailando piezas para acabar de completar la alineación. Villares es el único indiscutible, y más tras su última actuación y el gol anotado.
Hubo noticias positivas, pero también negativas, y está por ver si mantendrá la apuesta por Olabe, que claramente fue de más a menos en Balaídos. O si por el contrario vuelve a confiar en el capitán, el veterano Álex Bergantiños, pese a ser de un perfil mucho más defensivo y de contención. También podría probar con el vasco y con Isi Gómez acompañando a Soriano y Villares, un trío inédito hasta el momento.
Otra alternativa es la de sacrificar a Soriano y colocarlo en una banda, pues ahora mismo dejarlo en el banquillo es impensable, y colocar a tres centrocampistas, con Bergantiños como ancla, Olabe como organizador, y con Villares jugando como ‘box to box’, que es el rol en el cual parece sentirse más cómodo. Lo que está claro es que actualmente las cosas no funcionan en Riazor, como demuestran los dos empates y las dos sufridas victorias que han logrado hasta el momento.
Por ahora, Borja Jiménez ha seguido utilizando el mismo esquema. Queda por ver si decide reaccionar y hace cambios, o si se muestra inflexible y hace oídos sordos a las recomendaciones. El Dépor está obligado a reaccionar y recuperar el camino de la victoria en una Primera División RFEF que ha subido su nivel.
Como no cambien el entrenador, olvídense del ascenso. Es un equipo sin alma
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