La metamorfosis de Diego Villares: de llegador correcaminos a líder del nuevo Deportivo

Diego Villares vive un momento dulce en el Deportivo tras una transformación posicional pasando de centrocampista con libertad y vuelvo a mediocentro posicional en el eje de la medular. Óscar Cano, entrenador herculino, se rinde ante las cualidades del mediocentro de Samarugo, que sorprende a todos en un rol con menor libertad y más ataduras.

Fue el jugador del mes de septiembre con dos goles y mostrándose como un llegador nato. Bien como centrocampista con vuelo en el P-4-2-3-1 inicial de Borja Jiménez, o en el P-4-3-3 que fue acomodando el técnico abulense y en el que se convertía en interior, Villares se destapó como un jugador de recorrido, con capacidad para pisar el área rival y estirar la línea defensiva. Anotó en dos encuentros y se convirtió en una de las referencias del equipo.

Sin embargo, con la llegada de Óscar Cano su rol ha cambiado. En el estreno ante el Linares fue suplente, cediendo su sitio a la pareja de interiores formada por Olabe y Rubén Díez. Pero, ya contra el Castilla y en el último encuentro ante la UD Sanse, el técnico nazarí apostó por darle un papel protagonista en el eje del centro campo. En la 'zona Álex Bergantiños', ocupándose de escoltar a los interiores cuando hay que defender hacia adelante y proteger a los centrales cuando hay que replegarse. Alternando alturas como iniciador en la base, bien entre centrales (lo más común), o un pasito por delante cuando el juego lo exige. El pasado fin de semana, en Riazor, volvió a rendir a un gran nivel, tanto con balón como sin él.

Óscar Cano se rinde a la figura de Diego Villares en el Deportivo

El técnico nazarí no se cortó tras el partido al elogiar el encuentro del villalbés. Ha sido una grata sorpresa para él, pues aunque sabía que Diego era un jugador de grandes cualdiades, no se imaginaba que pudiese rendir a ese nivel en un rol mucho más posicional. Sin embargo, en distribución supo entender los tiempos, conectando de manera ágil y natural con laterales o interiores cuando exigía un pase con el que saltar una mayor altura, o combinando en corto hacia centrales cuando tocaba ralentizar el juego, poner pausa o aguardar los espacios. Moviendo a izquierda y derecha con inteligencia, marcando el tempo de un partido que se jugó al ritmo marcado por Villares.

Óscar Cano comentó lo siguiente sobre Diego Villares y la circulación del esférico: "Sinceramente, creo que me he encontrado un jugador que no me esperaba en Villares. Todos habíamos visto su trayectoria, más desordenado para bien, de llegar a muchos lugares. El fútbol moderno exige jugar bien en cualquier ubicación. Ahí dificulta la presión porque hace dudar, sobre todo equipos proactivos. Diego Villares comprende todo a la perfección, y hoy ha estado sensacional. Cuando le ha tocado estar incrustado ha estado muy bien, y cuando le ha tocado defender por delante ha estado sensacional”.