Borja Granero abandona el Deportivo tras llegar a un acuerdo de rescisión amistoso por ambas partes. El central valenciano de 32 años se desvincula de la disciplina herculina después de dos temporadas y media y 44 encuentros disputados.
Las lesiones mermaron su puesta a punto en pretemporada y este curso todavía no ha podido debutar en competición oficial. Sin minutos en el conjunto blanquiazul y a sabiendas de que la entidad busca otro central, Granero seguirá jugando en Primera Federación y ya tiene nuevo destino: el CD Castellón.
El Dépor dice adiós a uno de los jugadores que mejor ha representado la camiseta y a su afición. Borja Granero, un jugador que ha llegado a la gente por su esfuerzo en el campo y, sobre todo, por su buen hacer fuera del mismo. El curso pasado forzó para acabar la temporada y eso le pasó una factura que le condicionó todo el verano. Pese a la falta de minutos y los numerosos rumores a una posible salida, nunca le perdió la cara a los entrenamientos e incluso salió en defensa de los suyos cuando ha sido necesario. Ahora, ambas partes separan sus caminos.
ElDesmarque ha podido saber a través de fuentes cercanas a la negociación que el zaguero de 32 años continuará su andadura en Castalia. Su próximo destino será el Castellón.
Borja Granero antes de saltar al césped de Riazor (Foto: RCD).
El central valenciano cierra así una etapa en las que las ha tenido que vivir de todos los colores. Llegó al cuadro deportivista tras el descenso a Segunda División B y fue fundamental en su primer año. En su segunda campaña, aunque tuvo algunas titularidades, fue suplente por detrás de Jaime Sánchez y Adrián Lapeña. Este año con la llegada de Pablo Martínez y la mala suerte con las lesiones pasó a ser el cuarto central. Sin minutos con Óscar Cano ha tenido que buscar una salida que, hasta hace algunos días, no era esperable.
No obstante, los últimos acontecimientos y resultados llevan al Deportivo a querer buscar varios fichajes y, con ello, varias salidas. Nombres como los de David Goldar, Andoni López o Miki Villar ya han sonado para llegar a Riazor y, antes de entrar, hay que dejar salir.