La celebración de un padre con sus hijos que emociona a todos los aficionados del Deportivo: la pasión tras el gol de Quiles

El Deportivo venció al Mérida en un agónico final que decidió Alberto Quiles desde los once metros. Un encuentro que se atascó a los herculinos y que llegaría hasta el final sin goles. Una acción de Peke para desatar el duelo y la euforia en un Riazor que estaba a reventar. Entre los casi 20.000 espectadores se encontraba un padre con dos hijos que grabó la reacción tras el tanto. Una euforia que emociona a los los seguidores blanquiazules.

No fue el mejor día de los deportivistas en casa. Acostumbrados a arrollar a los rivales en Riazor, se vieron en un contexto al que no tenían nuevas respuestas. El partido se atascaba y los minutos seguían corriendo. Con el empuje de una grada que no cesó de animar, pero la sensación de que el reloj volaba y los segundos se esfumaban. Podía haber acabado en empate, pero el fin de semana estaba escrito en color blanquiazul.

Y así acabó decidiéndose una balanza que había tenido algunos altibajos a lo largo del encuentro, pero que se había inclinado principalmente hacia la portería romana. Peke dribló, cayó en el área y el colegiado señaló el punto de penalti. Euforia blanquiazul.

La celebración de un padre con sus hijos al gol del Deportivo

En la grada se encontraban 19.970 aficionados, según cifras oficiales del club. La afición del Deportivo volvió a marcar la diferencia en una categoría tan sumamente apretada. Entre los distingos seguidores herculinos se encontraba Álex Arias, aficionado asturiano y seguidor herculino junto a sus dos hijos. Y no dos muchachos cualquiera, sino que eran los conocidos 'Niños de Luanco' que emocionaron a toda una afición.

La celebración fue acorde a la emoción. Por todo lo alto en un día sumamente especial. Un día en el que, además, vieron un homenaje a una leyenda, Álex Bergantiños, que recibió una camiseta conmemorativa por entrar en el top10 de jugadores históricos del Dépor. Álex Arias compartió en sus redes sociales un momento que sus hijos, seguro, no olvidarán jamás. El fútbol es tan bonito por historias como esta.