El Deportivo goleó en una tarde de fiesta y celebración para la parroquia blanquiazul en Riazor. 5-0 con doblete de Lucas Pérez, un tanto inaugural de Mario Soriano y el estreno goleador de Kike Saverio que redondearon una goleada en honor a Amancio Amaro, homenajeado antes del partido.
El Deportivo tenía ante sí la oportunidad de ponerse por primera vez en la temporada como líder único. Sería algo instantáneo, de placer poco duradero, pues el Castilla debía jugar dos horas más tarde (y perdió, para estirarlo durante toda la noche). Servirá, pase lo que pase en Alcorcón, de aviso: ya estamos aquí.
Esa era la sensación previa de un Riazor que presentó una gran imagen pese al frío y las festividades de unos Carnavales que todavía no habían llegado a su final. Algún disfraz se coló en la fiesta particular de un Deportivo que, en modo apisonadora, no dio oportunidad a su rival.
El Deportivo sabía que iba a ser uno de esos partidos de masticar el chicle como si de una carne muy cocinada se tratase. De tener paciencia y no precipitarse aunque la grada quisiese ritmo y vértigo. Pero, a diferencia de otros días, el gol llegó mucho antes de lo esperado. Apenas pasaban diez minutos del partido, ante un Badajoz en bloque alto (muy alto, de hecho) que no dejaba recovecos entre sus dos líneas de cinco y cuatro hombres que escoltaban a Gorka Santamaría. En una de esas acciones lentas con Isi y Olabe junto a los centrales y los laterales lanzados, la pelota le llegó a Alberto Quiles. Disfrazado de arquitecto en una tarde que poco a poco se despejaba para dar paso a un sol que calentaría las palmas de quienes no dejaron nunca de animar.
Quiles, entre líneas, imaginó un pase que solo él vio para encontrar a Mario Soriano. El Joker se volvió a poner la careta para sonreír 14 jornadas después. No anotaba desde Algeciras.
Apretaron los pacenses, que no estaban invitados a la fiesta blanquiazul, aunque tenían ganas de estropearla. Pero ahí, entre Ian Mackay en la primera parte y el larguero en la segunda impedirían el tanto visitante. Entre tanto, Lucas en su guerra. Quería volver a anotar, así que primero 'se apoyó' en Carlos Cordero para poner el 2-0 en un centro que en realidad buscaba a Pablo Martínez, de nuevo peligrosísimo pero sin suerte en todas las acciones a balón parado. Así que, tras una recuperación de Quiles que entendió antes que nadie la trayectoria del pase de Kike Royo, el de Monelos tuvo su ansiado gol. Recibió en la frontal, se abrió el hueco y cruzó a un lugar donde ningún portero podría llegar. Royo la tocó, pero el gol estaba escrito. 3-0 y al descanso entre aplausos y vítores. El Dépor estaba de vuelta.
Un 3-0 al descanso puede ser peligroso si el equipo goleador se relaja, pero no sucedió así, ni mucho menos. Óscar Cano había dicho en la previa que el equipo no caería en esos problemas por su seriedad. Y eso lo plasmó en un encuentro que podría haberse complicado si el remate de cabeza de Mariano hubiese entrado en lugar de salir repelido por el larguero. Pero no, en las fiestas privadas no hay espacio para invitados de última hora.
Se quiso colar Peke como un adolescente intentándolo en una fiesta para mayores de 23. Pero el linier, que tiene mejor ojo que nadie (o no), anuló la asistencia del canterano herculino para Kike Saverio, compañero de armas al entrar para refrescar las bandas. Era el cuarto, aunque el marcador no se movería hasta un poco más adelante. También hubo tiempo para que Álex Bergantiños tuviese minutos y una merecida ovación. Riazor en pie para la entrada de su eterno capitán.
También se llevó una atronadora ovación Álvaro Trilli, que dispuso de 15 minutos en la recta final del partido. El canterano no jugaba desde la derrota ante el propio cuadro pacense en diciembre. Minutos después, Arturo, que acaba de entrar, anotó un tanto que le anularon por fuera de juego. Quien sí se sumó a la fiesta fue Kike. Lo había intentado dos veces y, a la tercera, anotó con un disparo cruzado marca de la casa. Diagonal de fuera hacia dentro para romper desde la frontal y estrenarse como goleador herculino.
Parecía que no quedaba tiempo para más, pero en esta fiesta privada siempre queda lugar para un gol más. Arturo, que había visto como le anulaban el suyo, cayó en el área para provocar un penalti que significaría el quinto. Sin Quiles en el campo, Lucas Pérez fue el encargado de lanzar y anotar el definitivo 5-0.
Once Deportivo: Mackay; Antoñito (Trilli, min. 78), Lapeña, Pablo Martínez, Lebedenko; Rubén Díez, Olabe (Bergantiños, min. 74), Isi Gómez (Arturo, min. 78); Quiles (Yeremay, min. 70), Lucas Pérez, Mario Soriano (Kike Saverio, min. 70).
Once Badajoz: Kike Royo; Calderón (Jose Mas, min. 78)), Juanmi, Josete (David Soto, min. 46), Cordero, Mariano; Alfaro, Jannick, Mancuso (Raúl Palma, min. 70), Adilson (Zelu, min. 78); y Gorka Santamaría (Ferrón, min. 70)
Árbitro: Miguel González Díaz(comité asturiano). Amonestó con tarjeta amarilla al jugador local Olabe y al visitante Mancuso.
Goles: 1-0 Mario Soriano (min. 11). 2-0 Carlos Cordero, en propia (min. 34). 3-0 Lucas Pérez (min. 44). 4-0 Kike Saverio (min. 82). 5-0 Lucas Pérez (min. 88)
Estadio: Riazor (18.143 espectadores)
Buen partido, y magnífico resultado. La derrota del Castilla, encima ayuda y nos da el liderato provisional. Sin embargo, nada de esto valdrá si jo se gana al Lienense la semana que viene y, sobre todo, al Castilla en la siguiente, cuando visite Riazor.