El Deportivo regresó este miércoles a los entrenamientos sin ninguna novedad respecto a la última jornada en su enfermería: Kuki Zalazar, Max Svensson y Jaime Sánchez continúan con trabajo personalizado, sin forzar y, de momento, sin poder volver al grupo. Quien sí regresará el próximo fin de semana es Diego Villares. El centrocampista de Samarugo se perdió la goleada ante el Badajoz por sanción. Su vuelta reabre un viejo debate en la medular: hay tres puestos y cuatro contendientes.
Bendito problema, que pensará Óscar Cano. Por primera vez después de muchas jornadas podrá contar con toda su medular al completo si no hay ningún inconveniente de última hora. La última vez que esto sucedió fue ante el Badajoz en la jornada 15, teniendo en cuenta que a principios de 2023 Diego Villares fue desplazado al lateral ante la baja de Antoñito y esto ya dejaba a los tres centrocampistas disponibles como titulares.
Desde entonces, la medular siempre se ha visto condicionada por algún factor: las lesiones de Isi (que se perdió un partido tras romperse el hueso de una mano o fue baja en Ceuta; la sanción de Olabe ante el Racing o Rubén Díez (que también se perdió otro partido por molestias musculares); o tanto la sanción de Villares el pasado fin de semana como el condicionante que supuso la baja de Antoñito.
Este domingo, después de diez jornadas, Óscar Cano tendrá que tomar una decisión en una posición que casi siempre se han repartido los cuatro mismos jugadores. A excepción de días específicos, como frente al Sanse, en el que el Dépor jugó con dos mediocentros puros y renunció a la medular de tres jugadores.
Los últimos precedentes dicen que, en caso de que Óscar Cano repita el habitual P-4-3-3, Diego Villares podría ser el descartado. Eso según los números; aunque según la pizarra, el de Samarugo es imprescindible cuando el técnico nazarí plantea partidos de presión alta (como en Talavera) y más prescindible en contextos de repliegue o de posesiones largas y menor recorrido para los centrocampistas.
En el hipotético caso de que el entrenador granadino dé continuidad a lo mostrado en las últimas dos jornadas, es decir, un P-4-3-3 que se transforma en P-5-4-1 en el que Olabe se incrusta entre centrales tanto en fase organizativa como en fase defensiva, la duda estaría entre Villares e Isi Gómez. Rubén Díez es indiscutible, incluso cuando físicamente no ha estado al 100% Óscar Cano ha apostado por su titularidad. La duda, parece, estará entre el madrileño (titular la última jornada) y el de Samarugo. El Donostiarra, que tiene nueve amarillas y será sancionado si ve una más, es otro de los fijos.