La pasión sin límites de la afición en Riazor y un sentimiento inexplicable: "No hay nada mejor que ser del Dépor"
El Deportivo vive su tercer año fuera del fútbol profesional, pero eso no ha impedido que el sentimiento de una ciudad por su equipo siga creciendo y expandiéndose. Este domingo llegaba el Real Madrid Castilla a Riazor, jornada 27 de Primera Federación, y a dos horas de jugar, solo quedaban un puñado de entradas a reventa. Desde el viernes, dos días antes del duelo, ya no había asientos libres. No trates de entenderlo, canta Riazor. Así que en ElDesmarque salimos a la calle y a pie de estadio tratamos de que ellos, su hinchada, nos expliquen qué es ser del Dépor.
Puedes ver en el vídeo que encabeza esta noticia a la afición del Dépor hablando del sentimiento por su equipo.
¿Qué es ser del Deportivo? ¿Y por qué hay tanto depormanía cada jornada? En Riazor, varios aficionados tratan de explicar algo que carece de explicación. Valga la redundancia para mostrar una vez más admiración por una hinchada que, en el peor momento de la historia del club, no solo han seguido volcados, sino que se han sumado más y más fieles.
Ir a Riazor es un sentimiento muy distinto a lo vivido en cualquier otro campo. La época del Súper Dépor ha marcado, pero ahora son los niños pequeños los que toman el relevo. Pocos estadios en el fútbol europeo podrán contar con más pequeños aficionados acudiendo a los estadios con las camisetas de sus equipos. Pocas ciudades podrán fardar de sentimiento y unión desde los más jóvenes hasta los más mayores como lo hace A Coruña.
Riazor siempre gana
Es verdad que el Deportivo no pudo pasar del empate ante un Real Madrid Castilla que fue superior durante una hora. Riazor acabó con cierto pesar y tristeza porque la esperanza era ganar. Y una afición como esta solo espera lo máximo. Pero el domingo volvimos a ver una noche de las especiales. Allí no jugaba ningún grande. No era una noche de Champions, como las que ya ha vivido el feudo de Marineda. Era una jornada 27 de tercera división. Pero Riazor, durante un fin de semana más, volvió a ser la envidia del fútbol nacional.