El Deportivo logró una importantísima victoria ante el Ceuta que le permite situarse a dos puntos del Alcorcón y volver a entrar en la carrera por el ascenso directo. Alberto Quiles anotó el único tanto deportivista en un triunfo muy trabajado ante un Ceuta que llegaba invicto en la segunda vuelta. Pero Riazor siempre es Riazor.
El cuadro herculino se prometía un domingo exitoso tras los tropiezos de Alcorcón y Castilla que permitían a los herculinos recortar distancias en caso de victoria. Con el subidón de celebrar el ascenso del Fabril a Segunda Federación y las ganas de volver a acercarse a las primeras plazas, arrancó en Riazor un duelo que pronto se vio que no sería como se prometía. El Ceuta no solo plantó cara, sino que creó una auténtica guerra de guerrillas y trincheras, llenas de trampas en la que Sánchez Sánchez, colegiado del encuentro, perdió desde muy pronto el mando del duelo.
La primera parte se cerró con más polémica que ocasiones. Quiles pidió hasta dos penaltis, en el 42' y en el descuento. Primero, cayendo cuando la jugada no iba por su zona por un forcejeo con su marca. Después, al filo del descanso, la ocasión que más enfadó a Riazor. El '9' fue derribado en el interior del área tras un recorte. El árbitro interpretó que el rival había tocado el balón y señaló el camino de los vestuarios acompañado de una tremenda bronca de la grada.
Que la actuación de Sánchez Sánchez no tape, eso sí, el pobre primer tiempo del Deportivo. Espeso en circulación, sin conseguir profundizar ni activar a Lucas, desconectado durante todo el primer tiempo. Isi, Mario y Quiles tiraban de un carro que se encontraba con minas a cada paso que daban. En la otra trinchera, el comandante Pablo Martínez sufría ante un Rodri Ríos que dominaba en la disputa directa.
Es la pareja de moda del campeonato. Los dos delanteros que juntos aglutinan más goles bajo una misma camiseta. Y cuando las cosas se ponen feas -y lo de Riazor estaba tomando un color grisáceo similar al de las nubes- ahí aparecen ellos. Con un sutil toque, Quiles dejó atrás a su marca para lanzar el contragolpe. Dos contra el mundo y nadie les para. Lucas al espacio, que es más rápido que nadie, supo cuándo frenar su carrera para temporizar y esperar la llegada de su compañero de armas. Pase medido a la carrera del '9' que cruzó un disparo imposible para Tomás Mejías. Adiós trincheras.
Tenía que jugar con la hora el Deportivo y así lo trató de hacer con un sublime Mario Soriano en los minutos finales. Aunque no sería el Dépor sin un poco de drama. Del larguero de Kuki Zalazar, que ingresó como mediapunta y jugó unos magníficos compases, al testarazo de Mizzian completamente solo. El '10' visitante aprovechó una peinada de Rodri Ríos para rematar en boca de gol. No tenía marca, pero su cabezazo no fue preciso y Mackay, bien situado, la detuvo. Había que ponerle un tinte de drama extra al encuentro, que moriría con el 1-0 tras un final que se fue apagando poco a poco.
Once Deportivo: Mackay; Antoñito, Jaime Sánchez, Pablo Martínez, Lebedenko; Rubén Díez (Zalazar, min. 77), Villares, Isi Gómez (Olabe, min. 64); Quiles (Bergantiños, min. 87), Lucas Pérez y Mario Soriano.
Once Ceuta: Mejías; Alain, Capa, Danese, David Alfonso; Julio Iglesias (Adri Cuevas, min. 77), Selasi (Pablo García, min. 66), Alberto Reina; Aisar Ahmed (Alberto Gil, min. 66), Rodri Ríos y Ñito González (Mizzian (min. 86).
Árbitro: Antoni Sánchez Sánchez (Don Benito). Amonestó con tarjeta amarilla a los jugadores locales Isi Gómez, Lucas Pérez e Ian Mackay.
Goles: 1-0 Quiles (min. 54).
Estadio: Riazor (18.914 espectadores)