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Diego Gómez, el juvenil que pide paso en el Deportivo se gana su hueco

Óscar Cano y la cantera
Cubro el día a día del RC Deportivo de la Coruña

En un nuevo año en el que la cantera del Deportivo va de logro en logro, poco o nada se ha trasladado del éxito reciente de Abegondo al primer equipo. Hasta Álex Bergantiños demanda un cambio. Sin oportunidades en el campo y una plantilla muy amplia es difícil ganarse un hueco. Sin embargo, hay un jugador dispuesto a tirar la puerta abajo: Diego Gómez. Se está convirtiendo en uno más y su talento no pasa desapercibido para Óscar Cano.

Diego Gómez se hace hueco en el primer equipo del Deportivo. De momento, en los entrenamientos. Camino de los 19 años y todavía en edad juvenil, el mediapunta de Amoeiro es uno de los fijos en las sesiones de la primera plantilla. Entró en la última convocatoria ante el Alcorcón y aguarda una oportunidad ante la baja de Alberto Quiles, quien ocupa su misma demarcación. Eso sí, no son jugadores semejantes.

Su desparpajo en el campo habla por él. Ha destacado en el Fabril de Óscar Gilsanz y es en los entrenamientos, donde demuestra que está preparado para un paso más en este tramo final de temporada. De los jóvenes es, quizás, el que más veces ha trabajado con la primera plantilla. Y para nada le pesa la edad cuando se trata de jugar.

Fino en los primeros contactos, preciso en el pase corto, ágil con la pelota en los pies para el eslalon, versátil en sus controles y trabajador cuando se trata de recuperarla. Así podríamos definir rápidamente a un jugador del que Óscar Cano ya ha halagado en varias ocasiones. Un mediapunta que ha sabido adaptarse a la banda diestra ante la baja de Tim Caroutas y que se hizo con la titularidad en el Fabril, pese a ser todavía juvenil.

Brais Val, Dani Barcia y Diego Gómez, canteranos entrenando con el Dépor (Foto: RCD)

Quiere tirar abajo la puerta sellada del Deportivo

La temporada en el Deportivo se acerca a su final y ha quedado claro que, una vez más, no es el año para invertir en cantera. El motivo es claro: el ascenso condiciona demasiado. O ese es el mensaje que se envía desde la directiva. Por eso, más allá de que un jugador sea o no del agrado del entrenador, está la confección de una plantilla con 24 jugadores que provoca que Óscar Cano, antes de mirar hacia el filial, deba mirar hacia el banquillo.

La puerta está cerrada. Pero no por ello Diego deja de ser opción para el entrenador, que cada mañana presencia como hay un juvenil perfectamente adaptado. A veces como interior y otras como extremo, pero verle entrenar en Abegondo es síntoma de percibir que el talento está ahí y la adaptación está hecha. No solo no desentona, es que se hace notar. Controles estéticos, juego de pies excelente, toques de calidad con el exterior del pie para poder combinar a un toque o buscar la pared... un chico lleno de recursos que busca su hueco.

Diego Gómez entrenando en Abegondo con el Deportivo (Foto: RCD)

Sin Alberto Quiles, la opción está clara por características: Kuki Zalazar. Pero, por qué no probar a Diego en el tramo final. Buscar su último pase para llegar a portería. Cano sabe que tiene entre manos un canterano con mucho talento. Si no le tiembla el pulso, podría ser un refuerzo más que interesante para el tramo final.

Aguarda su turno en dinámica de primer equipo y sus botas exigen una oportunidad.

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