Con fama de díscolo y fiestero, sí, pero Diego Tristán es uno de los goleadores que dejaron huella en el fútbol estatal y en el mejor Deportivo de la historia. No obstante, él es el último jugador herculino en alzarse con el Trofeo Pichichi. Todo ello en mitad de una suerte de guerra civil con su entrenador, Jabo Irureta, que le pedía "cuidarse más" para que ofreciera una mejor versión.
El delantero sevillano es uno de los protagonistas del documental 'Yo también fui Pichichi' de Movistar Plus, en el que aborda su tortuosa relación con el preparador irundarra.
"En Marca salió una portada. Yo exigía jugar mucho más y él decía que me cuidara mucho más. No lo sé. Era como una relación de impotencia. Yo quería jugar siempre y el año que conseguí el Pichichi no acababa nunca los partidos, siempre me quitaba en el minuto 65 o 70. Igual acabé doce o trece partidos de 33 que jugué. Me parecía una aberración", asevera.
Estos sí que eran enfados...
Diego Tristán & IruretaDesde las 22:00 en #InformePichichi. pic.twitter.com/bPOCPuoZCz
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) May 25, 2023
Y en ese sentido, añade: "¿Qué podría haber hecho más? Sí, y muchísimo menos. Con 18 años jugaba de suplente en el Juvenil de mi pueblo y con 24 estaba jugando un Mundial. No es nada sencillo".
Tras retirarse del fútbol, Diego Tristán decidió volver a La Algaba para vivir con su abuela después del fallecimiento de su abuelo. En este documental se detalla también que, siempre que marcaba un gol, ella le ponía un ramo de flores a San Antonio, el santo de la localidad y que estaba situado en una cristalera al lado de su casa.
Dudar de su calidad sería absurdo pero aquí había un equipazo y todos eran internacionales. No se jugaba por el nombre . El día que lo reconozca se hará un favor a si mismo . Era un fiestas y eso también le condicionada