La del pasado domingo no fue la tarde del Deportivo. Los pupilos de Imanol Idiakez saltaron al choque ante el Teruel muy enérgicos y gozando de buenas ocasiones en los primeros compases. El cuadro herculino sufrió un duro revés con la expulsión de Lucas Pérez cuando apenas se había cumplido la media hora de juego.
El ariete deportivista, tras recibir un choque de un defensor rival sin balón, respondió con una patada ante la atenta mirada de Ruiz Álvarez, trencilla del encuentro. El árbitro no dudó y dejó al Dépor con diez durante más de una hora de partido. Una vez finalizado el choque, Lucas pidió disculpas en zona mixta.
Pese a todo, el Dépor remó y lo siguió intentando hasta el final en busca de los tres puntos, pero se topó con un inspirado Taliby, meta rival, y un discutido arbitraje. Los aficionados presentes en Riazor estallaron contra Ruiz Álvarez y su doble rasero.
Los jugadores blanquiazules no comprendían el distinto criterio con las cartulinas amarillas durante el encuentro ante el Teruel. La amonestación a Villares fue la gota que acabó con la paciencia del graderío deportivista.
Y es que al Dépor le ocurrió de todo con Ruiz Álvarez. Hasta un manotazo, eso sí involuntario, se llevó José Ángel. El centrocampista se encontraba parado y el árbitro, con el brazo extendido y en carrera, no se percató de su presencia y acabó golpeándole en la cara.
Cabe recordar que el árbitro principal del Dépor-Teruel, Ruiz Álvarez, no es la primera vez que protagoniza decisiones polémicas en Riazor. El trencilla tampoco vio la clara mano de Yefferson Quintana en marzo de 2022 ante el Racing de Ferrol.