El Deportivo atraviesa un durísimo momento en la Primera Federación. Los malos resultados, las lesiones e incluso las decisiones arbitrales están condenando a un equipo que, por lo general, muestra buenas sensaciones. Así lo ven desde dentro hombres fuertes en la entidad como Álex Bergantiños, quien volvió a ratificar a Imanol Idiakez.
El banquillo herculino quema en demasía desde hace varias temporadas. Un hecho que conoce a la perfección Borja Jiménez. El actual técnico del Leganés, donde está brillando en LALIGA Hypermotion, ha concedido una entrevista a Relevo en la que recuerda su paso por Riazor.
Borja, como en anteriores ocasiones, volvió a manifestar que se siente muy querido por la que un día fue su afición: "Me sentí muy querido. Jamás he tenido un reproche de nadie de Coruña en la calle. Jamás. Creo que llegar al corazón del deportivista no es fácil, pero nosotros nos hicimos un huequito".
Aunque si algo no olvida el técnico es el palo que recibió el deportivismo tras aquella final por el ascenso: "Me fui con un dolor personal por no haberlo conseguido. Es un dolor muy grande por ver a todo ese estadio llorar el día de la final que no pudimos ganar ante el Albacete y subir a Segunda. No se me olvidará nunca. Sigo hablando de ello y se me siguen poniendo los pelos de punta porque lo pasé realmente mal. Nunca me había pasado como entrenador. Quizá fue una decepción grande. Toda esta gente dependía de mí. Y entonces existe ese dolor dentro de decir que 'no fui capaz de hacer plenamente feliz a toda esta gente'".
Borja Jiménez también valoró su salida del club: "Hubo dudas, que es normal, es entendible, pero quizás no se gestionaron bien en el tiempo. Y no creo que fuera de manera intencionada tampoco. No culpo de eso a la gente que estaba en el club, sino que dentro de esas dudas y el sondeo que ellos pudieran hacer de entrenadores y de tomar la decisión, pues les llevó a que nosotros continuáramos. Esos cinco o seis días que hubo de impasse es lo que luego nos restó en el inicio. Es un pensamiento propio. Decir que no al Dépor es casi imposible. Salir del Dépor o decir "yo me voy del Dépor", te diría que no se puede".