El Deportivo de La Coruña se ha reenganchado al optimismo. La goleada ante el CD Logroñés es el último capítulo de una racha de cuatro victorias consecutivas. Con esta dinámica los de Imanol Idiakez, cuestionado hasta no hace tanto, se colocan como terceros clasificados, a tan solo cuatro puntos del líder, el Nàstic de Tarragona. Se ha notado también en el estado de forma de varios futbolistas. Con 35 años, Lucas Pérez se está echando el equipo a la espalda, fichajes como Raúl Alcaina también responden e incluso ya se ve el final del túnel en el concurso de acreedores.
Incluso entre la afición, que ya se vuelve a ilusionar, ha regresado el optimismo. Y los gestos del equipo hacia ellos están propiciando que vuelva a haber comunión entre la grada y la plantilla. Para muestra, el nuevo gesto que ha tenido Lucas Pérez con Iker Platas, el pequeño que se saltó al campo en el gol del Deportivo ante el Covadonga en Copa del Rey.
Y es que Iker y su padre, Josu Platas, son acérrimos deportivistas. Tanto es así que estuvieron presentes en Las Gaunas, en el triunfo del Deportivo por 0-5 frente al CD Logroñés. Los de Imanol Idiakez dieron una exhibición de fútbol ofensivo y, posteriormente se acercaron al fondo, donde unos 1.500 deportivistas apoyaron al equipo, para agradecer que les acompañasen.
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— RC Deportivo (@RCDeportivo) February 10, 2024
Posteriormente, algunos jugadores acudieron para hacerse fotos y firmar autógrafos con los aficionados que aún quedaban esperando a la plantilla. Fue entonces cuando Lucas Pérez se paró con Iker Platas, a quien reconoció de la última vez. Fue entonces cuando le regaló la camiseta con la que había jugado y marcado un doblete esa misma tarde.
Y así, 'o Neno' cumplió con su palabra. Así nos lo cuenta Josu Platas, el padre del niño: "Este finde estuvimos en Logroño. Y la promesa que tuviera Lucas con mi hijo, la cumplió", comenta, alegre. Se nota que fue con la que jugó porque tiene numerosas manchas de barro. Es por eso que, según su padre, "Iker no la quiere ni lavar", para que mantenga el barro como símbolo de que Lucas Pérez se ha bajado al barro para ayudar a su Dépor.
De este modo, queda claro que el deportivismo se está volviendo a enganchar al equipo. Después de meses de idas y venidas, de malos resultados y de muchas dudas, parece que, por fin, el Dépor arranca.