¡Dijo que sí! La pedida de mano más deportivista sobre el césped de Riazor ante 26.500 personas

El estadio de Riazor ha sido cuna de muchas alegrías este domingo. Y es que el triunfo ante Unionistas, con gol de Iván Barbero, no ha sido la única. Incluso las buenas actuaciones personales de varios futbolistas también han quedado opacadas por un acontecimiento sucedido durante el descanso del encuentro. Y es que el amor, no solo por el Deportivo de La Coruá, sino en general, siempre se abre camino. En este caso se ha mostrado tan implacable como los muchachos de Imanol Idiakez ante el cuadro salmantino, o durante la segunda vuelta del campeonato de Primera RFEF. ¡Y con matrimonio a la vista!

Y es que el cuadro blanquiazul siempre organiza una serie de actividades y juegos durante el descanso de sus partidos en Riazor. Esta semana ha sido 'O Gol Imposible'. Con los ojos vendados, una serie de aficionados se ponen unas vendas en los ojos, dan varias vueltas sobre sí mismos e intentan marcar gol. Un reto de máxima dificultad, no en vano, entre la pérdida de referencia tras girar varias veces sin visibilidad y el mero hecho de marcar el gol, complica las cosas aún más.

No obstante, en cuanto le tocó disparar a la joven, el club herculino ya dejó algún mensaje en el videomarcador, adelantando lo que se avecinaba. Su pareja, Cristopher, intentó marcar primero, sin éxito. Después le tocó a ella y, con la connivencia del club, procedió a ejecutar su lanzamiento. Después de fallar, se quitó la venda de los ojos... y ahí le estaba esperando Christopher.

El joven le estaba esperando de rodillas, con un anillo de pedida, ante las 25.566 personas que asistieron a la grada de Riazor. Su pareja no se creía lo ocurrido, alucinando y no esperándose nada en absoluto de lo que posteriormente ocurrió.

¡Dijo que sí! Una nueva boda surge del triunfo en Riazor

La joven, después de procesar lo que estaba ocurriendo, ¡dijo que sí! Fue el momento en el que la pareja, ya prometida, se fundió en un íntimo abrazo en el que, a pesar de las casi 30.000 personas presentes en Riazor, parecía que solo estaban ellos dos. Un momento precioso que ninguno de los dos podrá olvidar fácilmente.

La pareja pasó a fundirse en un beso de película romántica, como la clásica foto del marinero besando a otra mujer en Nueva York. El joven no cabía en sí de gozo, jaleando a la grada como ese delantero tribunero que acaba de sellar su hat-trick. La ovación del público de Riazor fue atronadora, inolvidable. Fue entonces cuando la pareja recién prometida emprendió su salida del césped de Riazor, despidiéndose y agradeciendo a todos los presentes en la grada su apoyo, ánimo y también por haber sido testigos de uno de los momentos más especiales de sus vidas. Un día que ni el deportivismo ni este matrimonio olvidarán. Desde aquí nos unimos a la alegría y felicidad de la pareja y les deseamos un feliz y próspero matrimonio. ¡Y que viva el amor!