El Dépor es equipo de Segunda División. Han sido tres largos años en A Coruña esperando la vuelta al fútbol profesional. El deporte fue cruel con el club blanquiazul, pero a la tercera fue la vencida. La fiesta en Riazor y en las calles herculinas estuvieron a la altura. Uno de los protagonistas que llevaron la celebración a otro nivel fue David Mella, el ojito derecho de los aficionados.
El delantero, ataviado con el pelo completamente teñido de azul, no paró de festejar la victoria del club dejando detalles muy comentados por los deportivistas. Lo hizo, además, cojo, ya que durante el partido contra el Barça B sufrió una lesión. Con un pie descalzo, el joven jugador ya dejó ver en la vuelta de honor en Riazor que era el que más había enloquecido con la hazaña.
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— RC Deportivo (@RCDeportivo) May 12, 2024
Ya en el estadio tuvo un detalle que no pasó desapercibido. Mella se puso la camiseta de un jugador muy recordado en Coruña, nada más ni nada menos que la de Ibrahim Sissoko, uno de los valedores del ascenso del Deportivo de la Coruña en la 13/14. Solo jugó 16 partidos y marcó un gol, pero su calidad y la forma física que mostró al llegar siguen siendo objeto de debate entre los aficionados.
No contento con las notas dadas tras el partido en el estadio, en la celebración organizada volvió a ser protagonista. En un momento dado, cogió el micrófono y le pusieron ‘El Mambo’, la famosa canción de Kiko Rivera. El jugador demostró que se la sabe, que la canta y que la baila.
“Soy el niño más feliz del mundo. Hace 18 jornadas y aquí estamos. Nos daban por muertos y al final lo conseguimos”, dijo ante las cámaras de la TVG el jugador.
La fiesta no para al ritmo de Mella en Riazor 🕺 pic.twitter.com/31yMOTLQDO
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Todo el espectáculo ofrecido por el jugador no pasó desapercibido ni por Imanol Idiakez, que se refirió a él y a Hugo Rama en rueda de prensa. “Con Mella y Hugo hay que estar alerta si van al peluquero, a ver si mantenemos la decencia, que no será fácil”, dijo sobre los suyos. “Creímos hasta el final y con la ayuda de la afición lo logramos. Solo con lo que hemos vivido hoy (por ayer) merecen la pena los malos momentos y los sacrificios. El vestuario es maravilloso, la afición es única. Hay que creer en lo que hay aquí. Que estos años en el infierno, en el barrio, hayan servido para darnos cuenta de que esta afición debe tener un equipo en la élite”, explicó en rueda de prensa el entrenador.
Y si hay algo que transmita locura, es la afición del Dépor. “El sentimiento del Dépor es algo que se transmite y contribuye a crear su historia, por eso es una alegría para todos. Me gusta que muchos niños y adolescentes que vimos desde el autobús viniendo hacia el estadio, a toda esa gente joven de entre 15 y 25 que no vieron al Dépor de los éxitos en Primera y al que jugó la Champions, ahora lo estén celebrando tanto”, finiquitó el técnico.