Se ha dicho y se ha redicho que el fútbol mueve la pasión del ser humano hasta límites inesperados. Pasa el tiempo, y ese límite se coloca cada vez más lejos. En ElDesmarque hemos hablado con personas que no se han casado por amor a unos colores o con un aficionado que se hizo viral desde Bruselas tocando el piano. En octubre hablamos con uno Dépor que se plantó en el Vaticano para pedirle al Papa el ascenso. Su nombre es Miguel Vales Cid y por no meternos con las divinidades de este mundo podríamos decir que los blanquiazules lo han conseguido en parte también gracias a él.
Eso sí, no solo hizo esa promesa y se olvidó. No es fácil ver el Dépor en Roma, donde vive actualmente. Como las cosas no les fueron nada mal a los de Imanol Idiakez desde su visita al Vaticano, Miguel se plantó en el partido decisivo entre el Deportivo y el Barça B de nuevo en la casa del Papa. Él solo, sentado en la plaza y ataviado con la camiseta blanquiazul, vio como Lucas Pérez metía esa falta en la segunda parte para dar el ascenso que cuatro años ha tenido que esperar el club coruñés. Hemos hablado de nuevo con él en nuestro Twitch de ElDesmarque y nos ha dicho cómo surgió todo y cómo ha vivido este ascenso.
Miguel Vales, que está en la capital italiana estudiando, apareció en la Santa Sede en octubre cuando el Dépor iba decimocuarto. “El primer día dije a ver si hay suerte”. Hubo suerte, el los de Idiakez remontaron y se plantaron en Riazor ante el Barça B con el ascenso matemático a tres puntos. Fue entonces cuando este aficionado, entregado ya a cualquier divinidad porque su equipo consiga el ansiado objetivo del ascenso, decidió lo siguiente. “Cuando iba a ser el Dépor – Barça B, claro, en Roma no hay peñas del Deportivo. Me pregunté dónde iba a ver el partido. Cogí y me dije ‘vamos a hacer una cosa, como es el partido definitivo vamos a coger el móvil y me voy a ver el partido en el Vaticano”. Esto, con el mismo objetivo que en octubre: “A ver si hay suerte”.
Y para allá que se fue. Solamente él, con su móvil y con su camiseta del Deportivo de la Coruña a sentarse en la entrada a la Ciudad del Vaticano a ver cómo los suyos conseguían ser equipo de Segunda a falta de dos jornadas. “Le doy gracias al Papa, que le he hecho una figura del club. Creo que mi trabajo está hecho”. Le explicamos que, por el bien del Deportivo, lo mejor será repatriarse en Roma, o en el propio Vaticano. “Tendría que quedarme aquí de amuleto”, nos reconoce.