La brillante victoria del Dépor en Albacete sirvió como presentación en sociedad del talento de Yeremay Hernández al fútbol español. El extremo canario puso el broche a su gran partido con dos goles, que se suman al tanto que marcó en el derbi frente al Racing de Ferrol y que corroboran que su adaptación al fútbol profesional ha sido óptima, igual que la de un David Mella que ya llama a la puerta de la sub 21.
A ojos de todo el mundo está que el canario es uno de los jugadores más en forma del Dépor y de la categoría de plata. Su cifra de regates (60) le convierte en el máximo regateador del fútbol profesional, superando con creces a jugadores como Vinícius Junior, Nico Williams o Bryan Zaragoza. En ElDesmarque recurrimos al big data para analizar el impacto de Yeremay en su primera temporada en el fútbol profesional.
La cifra de 6,73 regates por partido le convierte, obviamente, en el máximo regateador de la categoría de plata. Pero extrapolando esas cifras a las grandes ligas europeas, el canario sería uno de los jugadores más desbordantes del continente. De hecho, se encuentra en el último percentil de esa faceta.
Además, es uno de los mejores en la faceta de progresión de balón, esto es, los metros que avanza siempre que entra en juego. Y su cifra de goles esperados sin penaltis, tras los dos tantos al Albacete, ha crecido exponencialmente (0.46).
El desequilibrio de Yeremay no se puede medir únicamente por los regates completados en cada partido. Su capacidad de pase también continúa intacta y es uno de los futbolistas más determinantes de la categoría en esa faceta.
Su índice de asistencias esperadas (0,2) es junto al de Lucas Pérez uno de los más altos de LALIGA HYPERMOTION. Algo menor es su impacto en los goles esperados (0.4), pero igualmente es un número superior a la media en lo que se refiere a esta categoría.
Asimismo, su porcentaje de acierto en los pases en el último tercio del campo es de un 81,7%, lo que le convierte en decisivo en los tramos finales del campo.