El Dépor cierra la temporada con una dolorosa derrota frente al Elche. El conjunto herculino cayó derrotado por 0-4 en el que fue probablemente el peor partido de la campaña y con enfado importante en las redes. Con el final en el aspecto deportivo, ahora el club enfoca unas semanas decisivas para reestructurar la plantilla con el futuro de Óscar Gilsanz en el aire.
El técnico coruñés acaba contrato este verano y de momento no está nada claro que vaya a seguir al frente del proyecto. Por el camino han aparecido nombres como es el de Alessio Lisci, el de Luis Carrión o el de Antonio Hidalgo.
Pese a todo, nada está claro y en su última comparecencia, Gilsanz ha mantenido la incógnita. El coruñés se pone a disposición del club para hablar y analizar cuál será la dirección a seguir la próxima campaña.
"Siempre he estado a disposición del club, veremos qué pasa mañana. Es cuestión de sentarse, hablar, analizar y nada más. Este era un año de estabilizar el proyecto porque necesita unas bases sólidas. A pesar de este último mes, en el que no hemos estado a la altura, creo que la temporada es buena porque hemos competido muy bien", apuntó el propio Gilsanz en rueda de prensa.
Óscar Gilsanz reconoció la superioridad del Elche en el partido que enfrentó a ambos equipos en Riazor, e incidió en que su futuro depende de que lo decida el club.
“Ahora mismo hay una diferencia entre el Elche y el Dépor. Creo que era un partido muy difícil para nosotros. Nos enfrentábamos al peor rival posible en la última jornada porque el Elche encaja muy poco y tiene mucha capacidad para esconder el balón. Tuvimos una primera ocasión y no la aprovechamos. Luego sus tres primeros remates fueron goles y el partido ya no tuvo historia”, manifestó.
El técnico gallego acabó el partido con “muy mala sensación” porque el Elche no permitió a su equipo “crear peligro”, lo que provocó el enfado de sus aficionados.