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El "¡Uh!" más terrorífico de la Eurocopa

Enrique Rubio / EFE

El fútbol es rico en "¡Uhhhs!". El penúltimo de ellos lo patentó Cristiano Ronaldo tras recibir su tercer Balón de Oro. Pero existe otro grito, seco y gutural, que resuena estos días en la Eurocopa y provoca escalofríos en las hinchadas rivales.

La animosa afición de Islandia ha popularizado este peculiar canto, que ha conseguido llevar en volandas a su selección hasta los octavos de final del torneo.
Primero suenan dos golpes en un tambor de guerra. Acto seguido, los aficionados rugen "¡uh!" al tiempo que dan una palmada. Permanecen en silencio unos interminables segundos con los brazos en alto y vuelve a sonar el tambor. "¡Uh!". Y de nuevo el silencio, y de nuevo la palmada, con una frecuencia cada vez mayor.
El impacto, sobre todo si la hinchada rival está callada, es grande. Hay reminiscencias vikingas en el ritual, que también recuerda, por su atavismo y fiereza, a la "haka" que los jugadores de rugby neozelandeses hicieron famosa en todo el mundo.
Al seleccionador islandés, Heimir Hallgrimsson, se le preguntó por el origen de esta forma de animar. Se trata, dijo, de un ceremonial "robado" a uno de los clubes islandeses, aunque no especificó a cuál.
"¡Pero si da miedo, seguro que lo seguiremos haciendo!", dijo entre risas Hallgrimsson, que codirige a la selección durante la Eurocopa junto al veterano técnico sueco Lars Lagerbäck, quien se retirará después del torneo.
Se calcula que uno de cada diez islandeses ha adquirido entradas para la competición, es decir, unos 30.000 billetes vendidos para una población total que ronda los 330.000 habitantes.
La pasión que han demostrado los islandeses en la fase de grupos, pese a encontrarse siempre en desventaja numérica frente a otras aficiones, se ha visto también reflejada en los comentarios de sus locutores y periodistas, que apenas podían creerlo ayer cuando Traustason marcó el gol de la victoria frente a Austria en el último segundo.
Detrás de los tres jugadores islandeses que corrieron con sus últimas fuerzas hacia la portería austríaca en la jugada final del partido había todo un país empujando, como reconoció su seleccionador.
"La fiesta nacional es el 17 de junio, pero creo que la vamos a cambiar de día para que sea hoy. Esa es la importancia de esta victoria para Islandia", dijo Hallgrimsson, que ejerce como dentista en una clínica cuando no está entrenando a la selección.
Hasta hace poco, el gran hito futbolístico de la isla nórdica era la victoria que consiguieron contra España en 1991 en Reikiavik.
Desde hace unos años, sin embargo, Islandia comienza a pintar en la escena internacional. Al clasificarse para la fase final de la Eurocopa, se convirtió en el país más pequeño en conseguirlo, dejando fuera a Holanda.
Ni uno solo de sus futbolistas juega en la liga nacional, que carece de equipos profesionales. De hecho, Islandia siempre ha mirado a Inglaterra, su rival en octavos el próximo lunes, como referencia futbolística.
Los jugadores confiesan sin rubor que en los grandes torneos internacionales siempre apoyaban a los ingleses, su primer equipo cada vez que se acercaba una Eurocopa o Mundial. Hasta hoy.
"Lo mejor de pasar a octavos es hacerlo con tus mejores amigos", resumió el defensa central Kari Arnason el sentir de una plantilla que siempre ha destacado que su secreto es la gran unión que existe entre todos.
Con su fútbol algo rudimentario pero repleto de fe, los islandeses divisan ahora a los ingleses en el horizonte. Islandia celebra elecciones presidenciales este sábado, pero hoy en la isla solo se habla en monosílabos: ¡Uh!.

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