Lukasz Fabianski será este jueves la principal amenaza a las aspiraciones de Cristiano Ronaldo. El guardameta del Swansea se ha convertido en un protagonista inesperado de la Eurocopa, a la que llegó como suplente.
Con 31 años, después de acabar en el Swansea, en lo que parecía un paso atrás en su carrera tras pasar siete años en el Arsenal, Fabianski ha obtenido el reconocimiento internacional.
Su actuación ante Suiza, en los octavos, fue decisiva en la clasificación de Polonia para los cuartos de final por primera vez en su historia y le ha valido elogios unánimes.
Ya nadie duda de "Flapphandski", aquel portero inseguro que la prensa londinense bautizó como "manos de mantequilla" y se ganaba los comentarios irónicos, tanto de las aficiones rivales como de los hinchas "gunners".
Pasada la treintena, en plena madurez para un guardameta, tiene claro que todo lo vivido en Londres le sirvió para crecer.
"Cuando cometes un fallo en un partido, hay que ser suficientemente inteligente para saber lo que tenías que haber hecho y tratar de hacerlo mejor en la próxima ocasión. Los medios echarán gasolina al fuego, pero los errores te tienen que hacer más fuerte. Todos los porteros pasan por un periodo así, pero te tiene que servir para mejorar y regresar más fuerte", señalaba a The Guardian tras su fichaje por el Swansea.
Quizá, por eso, recurra a Rocky Balboa para motivarse. Fabiánski ha desvelado que, cada vez que necesita subir la moral, se pone la parte de "Rocky IV" en la que éste prepara su combate contra el malísimo Ivan Drago, un rudo boxeador soviético. Rocky se va a Siberia y levanta carros, corre por montañas nevadas y escucha aquello de "no hay dolor".
De ahí saca la motivación un Lucasz Fabianski, apasionado del baloncesto, que es capaz de pasarse horas jugando con su hermano Bartek entorno a una canasta y ha encontrado la felicidad en el Swansea.
Afincado en el sur de Gales, junto a los acantilados, el guardameta polaco no encuentra más atascos en la carretera que los rebaños de ovejas o las vacas que las cruzan. Algo totalmente opuesto a lo que vivía en Londres. "Me recuerda a mi infancia, es todo muy rural", afirma. Respira tranquilidad y la traslada al terreno de juego.
Tras dos buenas temporadas en el Swansea, al que llegó libre en el verano de 2014, Fabianski llegó a la Eurocopa como suplente de Wojciech Scszesny, con quien también compitió en el Arsenal y que ahora está cedido en el Roma.
Sczczesny debía jugar todo el torneo, pero se lesionó al final del partido contra Irlanda del Norte, cuando los británicos apretaban en busca del empate y un delantero norirlandés cayó sobre él.
Fue la oportunidad de Fabianski y no la desaprovechó. Debutó con Alemania y los campeones del mundo fueron incapaces de batirle. Como tampoco Ucrania, cuatro días después.
Sólo una maravillosa chilena de Xherdan Saqiri acabó con su imbatibilidad, pero su actuación ante Suiza permitió que su equipo alcanzase la tanda de penaltis y, al imponerse, la clasificación a cuartos.
Ahora, la víspera del partido más importante de su carrera, Fabianski aparece como la principal amenaza a la ambición de Ronaldo de igualar a Michel Platini como el máximo goleador de la historia y la de Portugal de regresar a una semifinal europea.