El País de Gales se enfrenta mañana en Lille a su "partido más importante" desde los cuartos de final del Mundial de 1958 frente al Brasil de Pelé, según consideró hoy su seleccionador, Chris Coleman.
"Desde los cuartos de final de 1958, este es el partido más importante para nuestro país. Es magnífico estar aquí y tener esta presión", dijo Coleman para restar importancia al hecho de que sus jugadores puedan verse superados por la responsabilidad.
El técnico juzgó en rueda de prensa que se enfrentan a una "presión muy positiva", muy diferente de la que han tenido que afrontar en otras ocasiones, "mucho más dura" que esta.
Coleman cree que Bélgica "no cambiará" su forma de jugar -"¿por qué iban a hacerlo si son tan buenos?", dijo- y destacó el empuje de los "diablos rojos", pese a que recordó que, aunque son considerados como una selección ofensiva solo llevan un gol más que los propios galeses, teóricamente defensivos.
El secreto para los "dragones" será, según Coleman, el de siempre: "Darlo todo en defensa y darlo todo en ataque".
Reconoció que la posible baja de Jan Vertonghen sería sensible para Bélgica, pero instó a sus jugadores en pensar en su propio equipo, porque si logran sacar adelante sus planes serán "competitivos".
Al mismo tiempo, Coleman se sintió "aliviado" por que su capitán, Ashley Williams, estará en disposición de ser alineado desde el comienzo del partido, ya que, a su juicio, Gales necesita su liderazgo.
"Tenemos un buen vestuario, una buena mezcla, y 'Ash' es el capitán. Cuando tienes un buen vestuario, necesitas un carácter fuerte para liderarlo y él es ese hombre", señaló.