La Eurocopa dejará para el recuerdo varios nombres que no rindieron al nivel esperado y que dejaron un mal sabor de boca en figuras como las del sueco Zlatan Ibrahimovic o el francés Paul Pogba, que marcaron el paso de las decepciones contra las alegres de apariciones sorprendentes encabezadas por Samuel Umtiti y Renato Sanches.
Tal vez fue Pogba el jugador de quien se esperaba mucho más. Antes del inicio del torneo, era uno de los jugadores a seguir en una de las selecciones candidatas al título. Después de un mes de torneo, el jugador del Juventus probablemente perdió valor en el mercado.
Esa es una de las conclusiones de un jugador cuya presencia en la mayoría de los partidos fue prácticamente insustancial. Salvo algún pequeño destello, las actuaciones en la Eurocopa de Pogba no pasarán al recuerdo. Una victoria de Francia en la final podría haber disfrazado la decepción, pero su equipo, empeñado en jugar con hombres de gran fortaleza física frente e la técnica, perdió contra Portugal y Pogba quedó finalmente señalado.
Algo similar pasó con Ibrahimovic en Suecia, pero salvando las distancias. El delantero escandinavo no tenía que demostrar nada, todo el mundo sabe que es un jugador de primera línea y con 34 años solo quería despedirse de la selección llegando lejos en el torneo.
Sin embargo, Ibra pasó sin pena ni gloria por la Eurocopa, no marcó ningún gol y su selección cayó eliminada a las primeras de cambio en la fase de grupos. Eso sí, durante la competición, alimentó las noticias sobre su futuro y, finalmente, el 30 de junio anunció su fichaje por el Manchester United, que podría ser el último club importante de su carrera.
Pogba e Ibrahimovic no fueron los únicos que decepcionaron. En Alemania se estrelló Thomas Müller. El delantero germano fue incapaz de marcar un solo gol en los seis partidos que disputó. No falló en ninguno, su entrenador, Joachim Löw, confió en él hasta el final, pero el jugador del Bayern Múnich no logró marcar. Ni siquiera en la tanda de penaltis ante Italia de cuartos. Ahí, también falló.
Es curioso su caso, porque Müller, en los Mundiales, se ha hinchado a marcar goles. Sin embargo, en las Eurocopas, y van dos las que ha jugado, no ha conseguido ni uno. Tendrá que esperar cuatro años para acabar con esa maldición.
Inglaterra, que sólo llegó hasta octavos, esperaba un rendimiento más óptimo de dos hombres: el portero Joe Hart y el delantero Harry Kane. El primero no tuvo su Eurocopa en una posición en la que siempre hay debate en su país. Contra Islandia y Gales pudo hacer mucho más y fue señalado, mientras que su compañero, máximo goleador de la Premier con el Tottenham (24 dianas), no vio portería. Su pólvora, se secó.
En otras selecciones menores sus aficionados también se tiraron de los pelos con las actuaciones de Tomas Rosicky (República Checa), Arda Turan (Turquía), Yevhen Konoplyanka y Andriy Yarmolenko (Ucrania) mientras que en otra más importante, España, Sergio Ramos no rindió al nivel esperado y fue señalado por muchos por aquel penalti que falló ante Croacia que podría haber clasificado al equipo de Del Bosque en mejor posición para octavos de final.
Pero la Eurocopa también dejó a unos cuantos triunfadores más esperados y a otros más sorprendentes. En el segundo campo, sobresale el central de Francia Samuel Umtiti y el centrocampista portugués Renato Sanches. EL primero no apareció hasta cuartos de final por una sanción de Adil Rami y ya nunca perdió el puesto.
Además, por esas fechas, anunció su fichaje por el Barcelona y todo fue sobre ruedas para un jugador joven, fuerte y con muy buenos mimbres para convertirse en un defensa de futuro. Sus actuaciones frente a Islandia, Alemania y en menor medida Portugal, dieron la razón a la directiva del conjunto azulgrana, que tiene a una joya de 22 años entre manos.
Lo mismo se puede decir al Bayern Múnich, que justo antes de la Eurocopa fichó a Renato Sanches. Con solo 18 años, fue una grata sorpresa en el equipo de Fernando Santos. Su presencia en el centro del campo luso dio fuerza y llegada a un equipo que, por momentos, carecía de sorpresa. Su gol a Polonia en cuartos mantuvo con vida a Portugal. Eso sí, aún tiene que perfeccionar muchas cosas. Y, en la final, no rindió.
En Alemania también jugará Emre Mor, otro chaval insultantemente joven de 18 años que enamoró con Turquía en el último partido de la fase de grupos que jugó contra la República Checa. El Dortmund podrá pulir a un jugador habilidoso, rápido y con desparpajo con mucho futuro por delante.
El resto de triunfadores no fueron tan sorprendentes. En el fondo, hicieron lo que se esperaba de ellos.
Es el caso de Gareth Bale, que condujo a la sorprendente Gales hasta las semifinales; o el de Antoine Griezmann, que se quedó sin título pero marcó seis goles y fue la Bota de Oro del torneo; o el de Cristiano, que aunque fue irregular, apareció justo cuando Portugal le necesitaba; o el de Pepe y Bonucci, los mejores defensas del torneo. Todos, junto a las sorpresas, fueron los triunfadores de la Eurocopa.