La selección de Portugal estaba sufriendo en su partido ante Hungría para adelantarse en el marcador y lo consiguió ya en la recta final del encuentro. Fue en el minuto 84 cuando Raphael Guerreiro cazó un balón suelto en el área para disparar con la derecha y marcar con un toque de suerte, ya que la pelota tocó en Orban antes de colarse en el fondo de la red. Un gol que acababa con la ilusión de los casi 60.000 espectadores húngaros que llenaron el estadio Puskas Arena de Budapest.