Lastrado por la derrota ante Inglaterra en su estreno, Croacia afronta sin margen de error el compromiso en Glasgow ante la República Checa, sosegada después de vencer a Escocia y por el estado de euforia que acompaña a su delantero Patrik Schick.
La exhibición del atacante del Bayer Leverkusen, que forma parte de la relación de máximos goleadores de la competición tras su doblete en el partido de apertura, alienta al combinado checo que ya cuenta con tres puntos que le situaron a orillas de octavos.
Sin embargo, el revés croata frente Inglaterra ha enrarecido el panorama del conjunto de Zlatko Dalic, presionado por su condición de subcampeón del mundo y por la escasa actitud ofensiva que mostró ante el conjunto inglés.
Modric liderará a Croacia. El centrocampista del Real Madrid, que encendió algunas alarmas tras ausentarse en parte del entrenamiento del martes, se ejercitó con normalidad y con el resto de compañeros el miércoles. Disipó las dudas. Es el capitán croata el alma de su equipo y su ausencia puede suponer un mazazo mental además de práctico en el terreno de juego.
Volverá a llevar el timón de su equipo Modric, apagado contra Inglaterra igual que el resto de sus compañeros. Es uno de los asuntos claros de Croacia que plantea cambios en su once para el choque contra la República Checa.
El jugador del Inter Milán Marcelo Brozovic puede ser uno de los sacrificados por Dalic y empezar en el banquillo. El seleccionador contempla un once más ofensivo, otras variantes para someter al rival. Por eso maneja la entrada de Nikola Vlasic que ya jugó unos minutos frente a Inglaterra y que puede participar el viernes desde el principio.
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— HNS (@HNS_CFF) June 17, 2021
Zlatko Dalic, que no puede contar con Borna Barisic, lesionado en los isquiotibiales y todavía tampoco con Dejan Lovren, recién salido de una lesión, puede agitar la línea de ataque con la entrada de Josip Brekalo y Bruno Petkovic en lugar de Ante Kramaric y Ante Rebic, que pueden tener su oportunidad en el transcurso del encuentro pero no de inicio. Son opciones trabajadas por el seleccionador a lo largo de la semana.
Las dudas, sin embargo, no condicionan a la República Checa que disfruta del estado de euforia que le proporcionó la victoria contra Escocia y la racha anotadora de su goleador, Schick, que firmó el gol de la competición hasta el momento.
Todo ha sido tranquilidad alrededor del grupo de Jaroslav Silhavy que asume que se va a topar con un rival necesitado y con necesidad de triunfo desde el primer minuto.
Un punto puede sellar el pase a octavos del conjunto centroeuropeo que pretende llegar a la última jornada de la fase de grupos, contra Inglaterra, con los deberes hechos y el objetivo cumplido.
No planea Silhavy variaciones más allá de las exigidas por el gasto físico de sus jugadores después de un partido trabado ante Escocia.
Con la zaga asentada, el seleccionador checo puede dar entrada desde el arranque a Tomas Holes en lugar de Alex Kral y, en ataque, a Matej Vydra por Lukas Masopust, jugadores también de su confianza.