Patrik Schick se ha convertido en uno de los jugadores más destacados de la Eurocopa. El jugador checo ya suma tres goles en dos partidos disputados. Al doblete logrado ante Escocia en la primera jornada agregó este viernes uno más en el duelo ante Croacia.
El delantero fue objeto de un penalti cometido por Lovren en una disputa aérea en la que el defensor golpeó con el codo en la cara al ariete. Sangró y fue atendido por los médicos, pero una vez que se recompuso se dispuso a tirar la pena máxima señalada por Del Cerro Grande. Batió a Livakovic con marcas de sangre en la cara y se reivindicó como uno de los futbolistas de la Eurocopa.