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Eurocopa
España
Jornada 2
1-1
19/06/2021 21:00
Polonia

España de peluche

Expandir v

Si quitamos las excusas, si desaparecen los pitos a Morata, si el césped mejora, queda esto. Queda esta España, la que había detrás del primer partido y la que hay detrás de un segundo partido peor incluso en muchos aspectos que el primero. Una España blanda, una España bizcochable, una España sin contundencia, una España que no domina las áreas y en el resto del campo ejerce un control inocuo, una España que no mata y una España que queda herida al mínimo rasguño. Una España que no puede con Polonia y que a este nivel no podrá con nadie. Porque no solo ya es que no ganara a Polonia, aunque empatara, es que sumó más carencias a las ya mostradas. En defensa, pero también en lo físico, en el nivel del equipo, en el nivel de los seleccionados.

España empató ante Polonia, y a efectos prácticos le sigue bastando un triunfo para clasificarse para los octavos de final. Un empate ante Eslovaquia en el último partido lo mete en un lío, y una derrota lo deja fuera. Se la va a jugar al doble o nada España. Y debe preocuparse. Porque más allá de la teoría, que España se impondrá a Eslovaquia, la realidad dice que este equipo no supera a día de hoy a ningún rival en ningún aspecto. Ni en el ofensivo ni en el defensivo, ni en el físico, ni en el anímico. En nada. Y así cualquier equipo se le atraganta. Como Suecia, como Polonia, ¿como Eslovaquia? La selección de Luis Enrique no transmite nada de nada, no es eléctrica, no tiene demasiada calidad, no es matadora, no es de ida y vuelta. No se sabe bien qué es, y lo peor es que el tiempo para definirse es ya limitado.

Morata protagonista

El partido empezó con una Polonia muy valiente, echada arriba los primeros minutos mientras España le cogía el pulso al partido. De hecho asustó con un par de penetraciones, de las cuales una pudo ser perfectamente penalti de Morata, en una pérdida suya en un inicio de partido muy nervioso por su parte. Pero aplacados esos primeros minutos España se hizo con la pelota. Eso no era sinónimo de peligro, porque la posesión de la selección no se traduce ni mucho menos en ocasiones, pero sí que era sinónimo de tranquilidad en defensa. El control del balón sí que acabó con las acometidas iniciales polacas y al menos llevó la pelota al terreno de juego contrario. En ese aspecto el partido se parecía bastante al de Suecia, pero con un diferencial, Gerard Moreno.

Gerard Moreno fue la novedad de Luis Enrique en el once, por Ferran, y el delantero del Villarreal, pese a estar arrinconado, jugando como extremo, fue el único que dotó al ataque de España de relevancia, de trascendencia, el único que intentaba acciones y las llevaba a cabo con elevado porcentaje de acierto. Era el único, además, que intentaba el uno contra uno en un equipo que volvía a ser demasiado plano, demasiado horizontal. Gerard provocó algunas acciones de peligro y en realidad provocó el gol de Morata. El catalán buscó el interior, se posición para su disparo con la zurda y metió un balón al área que Morata, esta vez sí, solo ante su compañero Szczesny, no falló. Hubo suspense porque el VAR fue quien corrigió al línea y permitió el abrazo sentido del delantero a su entrenador, Luis Enrique.

Con el marcador a favor España respiró, no se aceleró y perdió precipitación, pero con los minutos (el gol llegó a los 25) la Roja confundió esa calma con la pusilanimidad, con la irrelevancia en el juego. Y ese periodo de juego anodino apunto estuvo de costarle algún disgusto, porque Polonia armó algunas contras y una de ellas sobre todo acabó con un disparo al palo primero y una parada salvadora de Unai Simón luego. España, por su parte, merodeaba sin demasiado peligro el área polaca.

Más blando que Laporte

La reanudación tras el descanso se pareció bastante al inicio del primer tiempo, con una Polonia atrevida y valiente que además le puso más intensidad al partido. De hecho ese inicio de segunda mitad fue polaco hasta el punto de encontrar el gol. Claro que en ello tuvo que ver la endeblez defensiva, en este caso de Laporte, que se vio ante Lewandowski como un chiquillo ante un hombre. Un bracito del polaco y eliminado sin más el hispano-francés. El fútbol fue entonces condescendiente con España, y le regaló un penalti, que lo era, en una acción innecesaria por parte de Polonia. Penalti al fin y al cabo pitado tras revisión del VAR. Gerard la mandó al palo y Morata fuera, y a partir de ahí España desapareció prácticamente del partido. No supo ni cuándo ni cómo generar peligro, ningún jugador asumió el mando del encuentro, los cambios de Luis Enrique tampoco aportaron mucho, entre otras cosas quizás por quitar al mejor del partido, Moreno, y seguir manteniendo un sistema de 4-3-3 que no le daba ninguna profundidad al equipo. Polonia se encontraba cómoda defendiendo a la espera de poder castigar a España con alguna contra.

El tramo final del partido deparó, como ante Suecia, algún arreón español. Con alguna clara ocasión, como un remate de Morata servido por Sarabia que detuvo jugándose el tipo Szczesny. Pero poco más. Los balones divididos eran para los polacos y solo balones sin sentido eran el arma hispana, con unos jugadores de recambio por cierto especialmente fallones, casos de Ferran o Sarabia.

Y así, con una Polonia enardecida, se fue el partido, que le complica y de qué manera el camino a una España que a día de hoy no es nada, no tiene definición y que no transmite absolutamente nada.

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  1. Lois2Lois

    ¿En serio? Los peluches generan ternura, cariño, empatía, ...; ganas de achucharlos, abrazarlos, ... Esta Selección, ¿peluche? ¿En serio?

  2. José

    Con 35 grados el miércoles a las seis de la tarde, el grupo este de tuercebotas, aunque algunos lo ganan muy bien, no le gana a Eslovaquia ni de coña.

  3. José

    Todo lo que les sobra a muchos futbolistas de engreimiento les falta de personalidad y calidad en el terreno de juego. Son copias bastante fidedignas de su lamentable entrenador.