España se hace la foto oficial y también le llueven los palos: "A ver si con ese traje tienen la vergüenza de saludar"

Ya con de 57 abriles, jamás había visto semejante desencuentro entre la selección de fútbol y la afición. Ni yo mismo siento la ilusión que en otras fases finales de mundiales y eurocopas. No me alegro, pero la situación es para reflexionar. Ya cuando LE vino a entrenar al Celta, mi equipo local, dió muestras de su arrogancia y prepotencia, no digamos de excentricidades en forma de andamio. Su marcha al Barcelona, aún lo endiosó más. La selección, todavía más. Su regreso, polémico, como no, de gallito de corral. Sus resultados, nada espectaculares y con alguna alegría y muchas decepciones. Cuando dió la lista de esta Euro, nadie lo entendió, las críticas ahí están, pero todos pensamos: es su trabajo, su responsabilidad y él decide. Después de 2 horrorosos partidos, mantiene su discurso e insiste en su idea de ir contracorriente. Los aficionados no somos tan expertos como él, pero las voces críticas vienen de todos los lados, de todos, y muchas, de especialistas acreditados en el mundo del fútbol. No, nunca, jamás he visto tan poca ilusión por nuestra selección de fútbol. Ojalá le salga bien, cosa que dudo más allá de octavos, si llegamos, pero la actitud, el discurso, la prepotencia, la arrogancia, la terquedad de este señor, al que en su día he admirado, no favorecen los valores que se presumen en un deporte competitivo de EQUIPO. Por eso no hay comunión entre la afición y quienes la dirigen desde los estamentos deportivos. Y, efectivamente, tampoco los jugadores están demostrando su unión con quienes los animan y empujan hacia esos logros que no llegan, mostrando un desdén que la afición no se merece, menos esos niños ilusionados que ni siquiera reciben una mirada de agradecimiento ni un brazo en alto que demuestre unión. Gran problema. Nos quejamos de desprecio y para eso no hay que ser experto en fútbol, sí en valores. Ojalá lleguemos lejos, es una selección en ciernes y reconocemos la dificultad de la lógica renovación, pero pido que, para sucesivas, la humildad, el respeto a quienes con nuestra aportación sostenemos este "circo" y la apertura a recibir críticas fundadas, formen parte de el objetivo que todos perseguimos. Sr. Luis Enrique, espero que si la participación en la Euro finaliza con una eliminación bochornosa, tenga la decencia de dimitir y, si llegamos lejos, con profesionalidad y buen juego, seré el primero en felicitarle.